Croacia: Población
Croacia tiene unos 4.500.000 lo que da una densidad demográfica de alrededor de 80 h/km². Se trata de una población moderna que acabó la transición demográfica durante el período comunista. No obstante, la población croata tienen ciertos desequilibrios debido a la reciente guerra. A pesar de todo, sus ciclos son los mismos que los de Yugoslavia.
La población croata está envejecida. Sobre el 14% de la población tiene menos de 15 años, el 68% tiene entre 15 y 65 años, y el 18% tiene más de 65 años. La tasa de crecimiento es negativa, sobre el -0,05% anual. La tasa de natalidad es muy baja, sobre el 9,5‰, lo que da una tasa de fertilidad de 1,4 hijos por mujer. La tasa de mortalidad también es muy baja, sobre el 11,5‰, y mucho más baja la tasa de mortalidad infantil (6‰), a pesar de que la economía no es muy boyante y de los desastres de la guerra, pero en la actualidad la sanidad llega a toda la población. La esperanza de vida al nacimiento está en torno a los 75 años. El saldo migratorio es negativo, aunque hay un alto número de refugiados croatas procedentes de otras repúblicas de la antigua Yugoslavia.
La población se distribuye irregularmente por el país. Se concentra en la llanura de Eslavonia, especialmente en torno a Zágreb, y en la costa de Dalmacia. Es un país relativamente poco urbanizado, sobre el 60% de la población. Las principales ciudades son:
* Zágreb, 704.775 h
* Split, 177.493 h
* Rijeka, 138.558 h
* Osijek, 85.817 h
* Zadar, 72.991 h
* Slavonski Brod, 62.925 h
* Sesvete, 61.458 h
* Pula, 59.565 h
* Karlovac, 47.145 h
* Varazdin, 42.182 h
Se da una cierta macrocefalia de Zágreb, que acumula mucha más población que cualquier otra ciudad, aunque por el peso del mundo rural no alcanza un cuarto de la población del país.
La mayoría de la población es croata, una de las etnias eslavas, con minorías de serbios, y otras nacionalidades de la antigua Yugoslavia. El porcentaje de croatas se incrementó tras la guerra, debido a la expulsión de los serbios y la acogida de refugiados croatas. No obstante, en las zonas próximas a Serbia la mayoría de la población es de origen serbio. Esta circunstancia fue la que desencadenó la guerra tras la proclamación unilateral de la independencia, ya que Serbia pretendía asegurarse las zonas de mayoría serbia dentro de Croacia.
A causa de la guerra muchos croatas emigraron de su país, por lo que la emigración es muy significativa, algo más de 2 millones de personas, lo que supone un gran porcentaje de los croatas. Los países de asentamiento de esta emigración croata son los otros países de la Unión Europea, especialmente Alemania, Austria, Suecia, Francia y España, además de Estados Unidos, Argentina, Chile y Australia. Las colonias más numerosas son las de Alemania, Estados Unidos, Argentina y Chile.
En términos de educación, Croacia ha hecho avances significativos en las últimas décadas. La tasa de alfabetización es alta, con un 99,3% de la población adulta sabiendo leer y escribir. El sistema educativo está bien estructurado, con educación primaria obligatoria y gratuita. Las universidades croatas, como la Universidad de Zagreb y la Universidad de Split, son reconocidas en la región y atraen a estudiantes internacionales.
El idioma oficial es el croata, una lengua eslava del sur que utiliza el alfabeto latino. Sin embargo, en las regiones con minorías étnicas significativas, como los serbios, se permite el uso de sus lenguas maternas en la educación y la administración local.
La religión también juega un papel importante en la vida de los croatas. La mayoría de la población es católica romana, representando aproximadamente el 86% de la población. Existen también comunidades ortodoxas serbias, musulmanas y protestantes, aunque en menor número.
En cuanto a la economía, Croacia ha experimentado una transición hacia una economía de mercado desde la independencia. El turismo es una de las principales fuentes de ingresos, con millones de visitantes atraídos por su costa adriática y su patrimonio histórico. Además, sectores como la construcción naval, la agricultura y la industria manufacturera también contribuyen significativamente al PIB del país.
La infraestructura de transporte en Croacia es bastante desarrollada, con una red de autopistas que conecta las principales ciudades y regiones. Los puertos de Rijeka y Split son cruciales para el comercio marítimo, y el aeropuerto de Zagreb es el principal punto de entrada para vuelos internacionales.
Finalmente, la cultura croata es rica y diversa, influenciada por su historia y su posición geográfica. Las tradiciones folclóricas, la música, la danza y la gastronomía son aspectos importantes de la identidad nacional. Festivales como el Carnaval de Rijeka y el Festival de Verano de Dubrovnik atraen tanto a locales como a turistas, celebrando la herencia cultural del país.