Paisaje lunar
Se llama paisaje lunar a la superficie que en la Tierra presenta lomas abruptas y áridas, similar a los paisajes que podrían encontrarse en la Luna.
Estas superficies pueden extenderse por algunos metros cuadrados (en cuyo caso sería un enclave) o abarcar varias hectáreas, presentando un verdadero paisaje lunar. Este término comenzó a utilizarse incluso antes de que se obtuvieran las primeras fotos de la Luna, ya que se consideraba que eran paisajes con un aspecto diferente a los típicos de la Tierra.
Paisajes lunares en España:
– Parque Regional del Valle y Carrascoy: este parque se encuentra en la Región de Murcia, en los municipios de Fuente Álamo de Murcia, Murcia y Alhama de Murcia, entre las comarcas del Campo de Cartagena y de Huerta de Murcia. Lo componen una larga cadena montañosa que cierra por el sur el valle del río Segura, abarcando una superficie aproximada de 16724 hectáreas. En 1917, con la declaración de esta área como Sitio Natural de Interés Nacional, se comenzaron a tomar las primeras medidas de protección de este parque, aunque solo desde 1992 ha estado recibiendo el grado de conservación regional que posee actualmente. Asimismo, se ha propuesto incorporar esta zona a la Red Natura 2000 (Red Europea de Espacios Naturales). Incluso, importantes sectores del parque han sido declarados Lugar de Interés Comunitario (LIC) y Zona de Especial Protección para las Aves (ZEPA). Su proximidad a la ciudad de Murcia convierte a este parque en el pulmón verde principal de la ciudad y de los alrededores.
– Parque Natural de la Corona Forestal: este parque se encuentra en la isla de Tenerife, en Canarias. También es una zona cuyo medioambiente se encuentra bajo protección. Abarca una superficie de 46612,9 hectáreas, lo que lo convierte en el más grande espacio natural de las Canarias. Su extensión comienza desde aproximadamente 300 metros sobre el nivel del mar hasta el Alto de Guajara, a los 2718 metros. La zona que se encuentra bajo protección está situada sobre Adeje y Abeque y las dorsales de Pedro Gil. Esta zona posee importantes bosques alrededor del Parque Nacional de Teide que cumplen un rol primordial en la conservación del suelo de Tenerife, evitando la erosión y facilitando la retención del agua. Su tamaño es de dimensiones comparables con otras zonas naturales protegidas de la isla, como el paisaje de Los Campeches, Tigaiga y Ruíz. Por el noroeste limita con la reserva natural de Chinyero; por el noreste, con las zonas protegidas de Las Lagunetas y La Resbala y por el sur, con las reservas naturales Barranco del Infierno, Barranco de Erques, Ifonche y con el monumento del Barranco de Fasnia y Güímar. En este parque se pueden observar todas las secuencias geológicas de la isla de Tenerife, cuyos materiales van desde la serie I hasta los actuales de la serie IV. También se pueden apreciar los estratos volcánicos en Siete Fuentes (1704), Fasnia y Montaña de las Arenas (ambos de 1705).