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Isla barrera

Publicado por Pablo Guerrero

Es un accidente costero caracterizado por un cordón más o menos angosto y de escasa elevación ubicado paralelo a la línea de costa y cercano a ella. Este cordón puede ser tanto unas pocas islas como una cadena ininterrumpida de más de diez. Incluso pueden extenderse sin separaciones a lo largo de cientos de kilómetros, salvo en áreas donde las aguas del mar son bajas, ya que interrumpen esta serie.

Más precisamente, el largo y el ancho de este tipo de accidentes y la configuración general que lo caracteriza dependen de varios factores, como la amplitud de las mareas, la fuerza con la que impactan las olas, el tipo de sedimentación existente, las tendencias del nivel del mar y las características del relieve oceánico.

A principios de 2011, investigadores norteamericanos declararon haber realizado 657 nuevos hallazgos de islas barrera a través de imágenes por satélite, lo que en todo el mundo sumarían un total de 2149.

Además de su formación, las islas barrera son de gran importancia para el ecosistema costero. Actúan como una barrera natural que protege las costas de las tormentas y las inundaciones, absorbiendo la energía de las olas y reduciendo su impacto en la línea de costa. Asimismo, estas islas son hábitats ricos en biodiversidad, albergando una variedad de especies de aves, peces, crustáceos y otras formas de vida marina.

Teorías sobre la formación de las islas barrera

Dado que las islas barreras pueden observarse en costas de todo el mundo, se concluye que pueden originarse en entornos ambientales de distinta índole.

Durante más de 150 años, muchos científicos propusieron diversas explicaciones sobre cómo se originan las islas barreras. Si bien no han podido descifrar el origen de todas las que hay distribuidas en las costas del mundo, en forma general consideran que intervienen en este proceso diferentes mecanismos.

Todas las teorías existentes se agrupan en tres, que describiremos a continuación:

Teoría de las barras costa afuera: fue una de las primeras explicaciones, publicada en 1845 por el geólogo francés Jean-Baptiste-Louis Élie de Beaumont, quien sostenía que el oleaje que actuaba sobre aguas profundas agitaban la arena y la depositaban en forma de barra cuando las olas rompían y perdían fuerza. A medida que estas barras iban creciendo verticalmente, asomaban sobre el nivel del mar y formaron las islas de barrera.

Teoría de acreción de espigones de arena: es una hipótesis propuesta en 1885 por el geólogo estadounidense Grove Karl Gilbert, quien explicaba que los sedimentos que constituían la barrera provenían de fuentes ubicadas en la extensión de la costa, dado que el sedimento barrido por las olas en la deriva costera construía bancos de arena que se prolongaban desde los cabos paralelos a la costa. Finalmente, la rotura que producía en el espigón o banco de arena a causa de las olas de tormenta sería la responsable de terminar de formar las islas barrera.

Teoría de la inmersión o teoría de sumergencia: esta hipótesis fue presentada en 1890 por el geólogo y antropólogo estadounidense William John McGee, quien explicó el por qué de la formación de las islas barrera a partir de la experiencia concreta en la costa Oriental y en la costa del Golfo de los Estados Unidos. Resulta que antiguamente ambas quedaron sumergidas, por lo cual las cordilleras costeras se separaron de la zona continental, formando lagunas detrás de éstas. Así lo demostraría, según McGee, la gran cantidad de valles inundados que actualmente se sitúan a lo largo de la costa.

En el siglo XXI, con el avance de la tecnología y la capacidad de observar estas formaciones desde el espacio, los científicos continúan estudiando las islas barrera para entender mejor su formación y evolución. Estas investigaciones son esenciales para la gestión costera y la conservación de estos ecosistemas únicos y vitales.