Geografía

Ibón

Publicado por Pablo Guerrero

En el lenguaje aragonés comúnmente se utiliza la palabra Ibón para referirse a lagos no muy grandes presentes en las montañas, que tienen su origen en glaciares y se ubican cerca de los Pirineos, usualmente a más de 2000 metros de altura. Muchas veces se trata de orígenes o puntos de partida de los ríos situados en Aragón.

El origen de la palabra Ibón radica en zonas vascas. En el idioma vasco Ibai significa río y esa palabra era utilizada comúnmente aquellas fuentes cuyas aguas corrían y se movían en gran cantidad y a grandes velocidades. En zonas donde estos grandes volúmenes de agua atraviesan un terreno con forma similar a la de un vaso sucede que se forman lagos de aguas provenientes de los glaciares.

Actualmente se conocen 197 ibones que varían en tamaño y forma, muchos son utilizados como fuentes de energía para centrales hidroeléctricas.

Según mitos y leyendas muchos ibones se encuentran encantados y en ellos viven hadas como el Ibón de Plan. También se conocen otros como Anayet, Sabocos, Ip y Estanés.

Los ibones presentan agua dulce que usualmente es inofensiva para el consumo humano, por lo que es posible bañarse y nadar en ellos sin problemas. El agua presente en ellos puede ser consumida por las personas, aunque no se recomienda explotarla comercialmente. Sus aguas son de muy buena calidad y presentan gran presencia de minerales que favorecen la salud. Estas zonas no son concurridas habitualmente por la gente, sin embargo en las recorridas de limpieza que normalmente se realizan en los ibones se han llegado a encontrar grandes cantidades de basura que ha sido arrojada intencionalmente por las personas a estos lugares. Estas limpiezas se realizan habitualmente todos los años, con el objetivo de no dañar la producción natural de plantas y animales.

Muchos pescadores han adquirido el hábito de introducir peces a los ibones, con el objetivo de conservarlos por mayor tiempo y reproducirlos. Sin embargo estas acciones son muy perjudiciales para los ibones ya que en ellos no se desarrollan cadenas naturales alimenticias, por lo que los peces introducidos manualmente suelen ser los principales y únicos depredadores del lugar, eliminando sistemáticamente huevos de anfibios, nidos y plantas que solo se desarrollan en estas zonas. De esta forma los ecosistemas naturales de los ibones se ven desequilibrados y muchas veces no encuentran sustento para sobrevivir de forma natural una vez que el hombre ha comenzado a explotarlos o alterar sus órdenes naturales con fines económicos o turísticos.

El agua presente en estas zonas se encuentra a bajas temperaturas, ya que su origen es glaciar. La temperatura ronda los 4º Centígrados. Inclusive en épocas de verano o primavera es común encontrar el agua de los ibones congelada o con capas de hielo sobre ellas. Además el tamaño de los ibones varía de la zona, las profundidades pueden ir desde el medio metro hasta los 25 metros de profundidad. Este es el caso de los ibones de Sabocos y Tebarray.