Horario de verano
Se entiende por horario de verano al horario que se establece de manera gubernamental dependiendo el territorio mediante el cual se requiere adelantar una hora los relojes y así disminuir el consumo de energía. Usualmente el horario de verano se establece en primavera y permanece de esa forma hasta el otoño. Es sabido que históricamente eran muchas las culturas que, a diferencia del horario de verano, atrasaban los relojes en los meses calurosos.
El horario de verano tal como se lo conoce hoy en día fue pensado por Benjamin Franklin y luego, a principios del siglo XVIII por William Willet. Oficialmente se comenzó a utilizar de manera generalizada en el año 1916, momento en el cual se sucedía la Primera Guerra Mundial y era requerido disminuir el consumo de carbón en los hogares. El horario de verano varía según el país y cada territorio suele aplicarle sus propias modificaciones.
En términos económicos el horario de verano beneficia a los locales comerciales, los establecimientos que ofrecen prácticas deportivas y todas aquellas actividades que requieren luz natural luego de la jornada de trabajo. Según una encuesta realizada en Estados Unidos y publicada por la revista Fortune la empresa deportiva 7-Eleven subió su recaudación en 30 millones de dólares debido al cambio en el horario de verano.
A pesar de los beneficios comerciales es posible afirmar que en ocasiones estos cambios de horario producen algunos problemas en zonas agrícolas donde las actividades requieren de exposición a la luz solar. Un ejemplo claro es la cosecha de cereales, donde es necesario esperar a que el rocío se evapore de las plantas para poder trabajar, por eso cuando los empleados del campo llegan una hora más temprano su trabajo se ve perjudicado.
Otro tipo de comercios que se ven perjudicados son los teatros, cines y autocines, ya que deben cambiar los horarios de funciones debido a la costumbre de asistir a obras y funciones en horarios nocturnos.
También es conocido que el aumento de las horas diurnas beneficia en la disminución de los accidentes de tránsito ya que mejora la visibilidad. Aunque la medida fue originalmente pensada para ahorrar energía todavía hay dudas respecto al real impacto energético del horario de verano.
A pesar de los grandes beneficios los horarios de verano pueden perjudicar a aquellas personas con problemas para dormir, causar problemas en los horarios de reuniones o viajes, facturaciones o en la utilización de maquinaria pesada. Son muchos los sistemas computarizados capaces de actualizar sus horarios de forma automática pero igualmente se producen errores, especialmente cuando los horarios de verano varían año tras año.
Estos cambios de horario mencionados disminuyen la eficiencia económica debido a que proporcionan un costo extra y directo sobre algunas actividades como la concreción de reuniones, actualización de computadoras o compra y venta de acciones. Se estima que los cambios de horario realizado en países como Canadá, Nueva Zelanda y Estados unidos en el año 2007 concluyeron en problemas informáticos, ya que se debieron aplicar actualizaciones a todos los sistemas operativos para trabajar de acuerdo al nuevo horario establecido.