Abrigo rocoso
Se llama abrigo rocoso a una cueva natural de escasa profundidad, a diferencia de la caverna. Con frecuencia, se observan en la base de paredes de rocas.
Estos abrigos son formaciones geológicas que se presentan cuando una roca resistente a los agentes erosivos y al paso del tiempo forma un acantilado, pero a su vez, un estrato blando, más sensible a la erosión y a las variantes del clima, se halla debajo y corta la pared del acantilado. Los abrigos rocosos son frecuentes en las zonas en donde hay macizos de piedra caliza, que a lo largo de los milenios se va erosionando por la influencia de la erosión química (disolución) y por los deshielos y las heladas. Es raro encontrar estas formaciones en rocas volcánicas como el basalto.
Lo mismo sucede con las cascadas y, con frecuencia, se encuentran abrigos rocosos detrás de estas.
Arqueológicamente, los abrigos rocosos son de suma importancia. Dada su condición de abrigo natural, y al estar protegidos por cornisas, pero aun así de fácil acceso, estos abrigos se tomaban como refugio permanente: para vivienda o para sepulturas; o como refugio ocasional: taller, campamento nómade, parada en una cacería. Los hombres de los períodos prehistóricos solían dejar en estos refugios utensilios, sobrantes de comida y demás objetos de importante interés arqueológico.
La ocupación de estos abrigos rocosos podía durar varios cientos de años, a lo largo de los cuales diferentes tribus los usaban con variados fines. Los restos que estas tribus fueron dejando se superpusieron hasta llegar, en muchos casos, a colmar el abrigo. Los arqueólogos han logrado recuperar los rastros de estas tribus, separando los diversos sedimentos y estableciendo estatigrafías con el objetivo de reconstruir la historia de estos abrigos.
En zonas con montañas, estos refugios suelen ser de suma importancia para los montañeros.
Cueva:
Se llama caverna o cueva a la formación natural de una abertura en el terreno, originada por erosión de hielo, corrientes de agua, lava, o varios de estos fenómenos combinados. En su mayoría, la formación de cuevas se debe a que la piedra caliza se disuelve al entrar en contacto con agua medianamente ácida.
La cueva puede ser apta como refugio para seres humanos o para animales, e incluso puede ser acondicionada como casa cueva para vivienda humana o para otros destinos antrópicos. En general, son oscuras y húmedas; las hay que pueden albergar a solamente una persona o las que, como en el caso del Parque Nacional de Mammoth Cave, en Kentucky, conforman una red de kilómetros de largo. En Abkhazia, hay cuevas de gran profundidad, encontrándose la de mayor desnivel en Krubera-Voronya, que alcanza más de 2000 metros de profundidad.
Los espeleólogos son los estudiosos de las cavernas. La humedad y el fango convierten en indispensables las ropas impermeabilizadas, así como el uso de sogas de nylon, las escaleras de cable de acero y los cascos con lámparas. Ellos trabajan en equipo y llegan a permanecer dentro de una caverna varios días. El peligro de esta actividad consiste en que la lluvia puede provocar inundaciones en la caverna o desprendimientos en las rocas.