Noruega: Economía
Noruega es uno de los países más ricos del mundo, y de los que mejor tiene distribuida la riqueza. Tiene uno de los índices de desarrollo humano más altos del mundo: 0,968. Su moneda es la corona.
El modelo económico de Noruega es de tipo escandinavo, que combina con eficacia la libertad de mercado y un potente sector público muy controlado por los ciudadanos, y muy concienciado contra la corrupción. El Estado controla los sectores que considera estratégicos, aquellos que se deben de garantizar a todos los ciudadanos a un precio razonable: salud, educación, prestaciones sociales, energía, etc.
Su estructura económica es la típica de los países muy desarrollados. La agricultura supone el 2,4% del PIB y acoge al 4% de los trabajadores; la industria supone el 41.9% del PIB y acoge al 22% de la fuerza laboral y los servicios son el 55.7% el PIB y acoge al 74% de la mano de obra.
La agricultura tiene muy poco peso en la economía noruega. Tan sólo se cultivan al rededor de un millón de hectáreas, y siempre con un alto grado de capitalización, ya que las dificultades del clima hace se tenga que recurrir a los avances de la revolución verde constantemente.
La ganadería es un sector más importante. La facilidad para encontrar pastos frescos durante todo el año, incluso muy al norte, en las zonas costera, favorece la extensión de las actividades pecuarias.
La silvicultura tiene gran importancia. Los grandes bosques noruegos son una fuente constante de maderas de calidad. A ello hay que añadir la caza, que es un recurso muy importante.
Noruega es una de las potencias pesqueras más importantes del mundo. Las aguas del mar de Noruega son muy ricas, pero su flota faena en todo el mundo. Noruega es uno de los países balleneros más activos del mundo, con Japón e Islandia. La pesca de las ballenas fue una fuente de riqueza especialmente hasta mediados del siglo XX. La pesca en ríos y lagos también es de gran importancia, especialmente por la pesca del salmón y la trucha.
La riqueza minera de Noruega es muy grande, pero sólo gracias al gas natural y el petróleo. En las islas Svalbard se extrae carbón. También hay minas de titanio, níquel, cinc, hierro y pirita. Pero es el petróleo la gran riqueza de Noruega. Noruega es el tercer exportador de petróleo del mundo, tras Arabia Saudí y Rusia, pero está fuera de la OPEP. Sólo el gas natural y el petróleo supone el 22% de la riqueza nacional, y está en manos del Estado. El petróleo produce un superávit en las cuentas públicas que se emplea para incrementar el Fondo Nacional de Petróleo. Gracias a esto el Estado del bienestar de noruega es muy estable.
A pesar de la abundancia de petróleo Noruega ha hecho una apuesta muy grande por la generación de energía eléctrica a través de los enormes recursos hídricos, que, naturalmente, se encuentran con grandes desniveles fácilmente aprovechables.
El resto de la producción industrial se basa en la transformación de sus recursos mineros, petrolíferos y pesqueros, principalmente, y las nuevas tecnologías. La industria se concentra en torno a dos centros Oslo en el este y Bergen en el oeste.
Los servicios en Noruega son de alta calidad y muy diversificados. La orografía de Noruega dificulta la creación de carreteras y ferrocarriles. Sólo existe una red densa en torno a Oslo, que enlaza con Tromdheim y Bergen. No obstante, esta red da servicio a la mayor parte de la población. Mucha de la movilidad interna del país depende de los barcos, tanto la navegación costera como para el paso de los fiordos. Para compensar la falta de redes terrestres la aviación interna es, comparativamente, muy activa.
Noruega tiene una gran dependencia del comercio exterior. Sus principales clientes son los países de la Unión Europea, Estados Unidos y Rusia. Aunque no está en la Unión Europea Noruega tiene un tratado de libre comercio con esta.
El turismo en Noruega es escaso, pero de calidad. Los principales destinos turísticos son Oslo, Bergen, Trondheim, los fiordos y cataratas del centro del país y el cabo Norte.
