Geografía

Irlanda: Economía

Publicado por Santiago

Commons Wikimedia: Calle de Dublín (Irlanda)Irlanda es un país rico perteneciente a la Unión Europea, aunque dentro de ella no es una de las economías más pujantes. Tiene un índice de desarrollo humano muy alto (0,959), y un nivel de protección social muy bueno que alcanza a todas las capas de la sociedad. Irlanda tiene una economía pequeña pero que ha dado un salto de gigante desde la gran difusión de las tecnologías informáticas. Cuenta con la ventaja de su lengua inglesa, unos sueldos no tan altos como otros países angloparlantes, gran centralidad en el mundo y un apoyo decidido de las autoridades en este sector.

La República de Irlanda entro a formar parte de la Unión Europea el 1 de enero de 1973, como uno de los países menos desarrollados de Europa, pero en franca transformación. Se estaba pasando de una economía agraria a una industrial y de servicios, de manera rápida. En la actualidad en Irlanda la agricultura supone el 5% del PIB, y acoge al 6% de la fuerza de trabajo, muy alto para los estándares europeos; la industria suponen el 46% del PIB y el 27% de la mano de obra, también un porcentaje muy alto del PIB y bajo de la mano de obra, lo que indica una alta productividad. Los servicios suponen el 49% del PIB y el 96% de los trabajadores; porcentajes un tanto bajos para lo habitual en los países desarrollados. En este desarrollo han sido fundamentales tanto las ayudas al desarrollo de la Unión Europea, como las remesas de dinero de los emigrantes.

Como hemos visto el sector agrario y pecuario conserva, en Irlanda, un peso notable. Irlanda produce alimentos tanto para el consumo interno como para la exportación, de donde obtiene importantes dividendos. El campo irlandés es, fundamentalmente, mixto, con una importante integración de la agricultura y la ganadería. Lo suelos irlandeses no son muy feraces para la agricultura, pero son muy productivos para la ganadería, especialmente a la hora de proporcionar forrajes siempre frescos. Sólo alrededor del 15% de la superficie agrícola útil está dedicada a la agricultura propiamente dicha. El resto de la superficie se reparte entre un tercio para el vacuno de carne, un tercio para el vacuno de leche, y el resto para otros productos: ovino, porcino, caballar, avícola, etc.

El vacuno de carne predomina en el oeste del país y las tierras del centro de la isla, mientras que el lechero se concentra en la zona sur-suroeste. El ovino se concentra en las tierras altas, y el resto de las explotaciones se concentran en torno a Dublín, su gran mercado, en explotaciones intensivas.

La agricultura se concentra en la región este, y especialmente en el condado de Leinster. Fuera de este destacan los condados de Cork, Tipperary y Waterford. El producto estrella es la cebada, que ocupa casi la mitad de la superficie arada, y se cultiva, esencialmente como forraje para el ganado y la elaboración de cerveza. A este producto le siguen el trigo, la avena y la patata.

La pesca es un recurso débil, pero la acuicultura en las costa, más protegidas del este es una actividad creciente. También es importante la pesca en los ríos y lagos del interior, sobre todo como recurso turístico.

La minería es un sector importante, sobre todo desde la puesta en explotación en las décadas de 1960 y 1970 de las minas de plomo y cinc, que se ha revelado como las más importantes del mundo. Además hay minas de plata, cobre y azufre.

El sector energético, por el contrario, es muy deficitario, a pesar de las grandes inversiones en energía hidroeléctrica. La turba, como recurso calorífico, está agotada, y no es suficiente para las necesidades del país. Irlanda tiene, pues, una importante dependencia del petróleo importado.

La industria despegó en Irlanda en las décadas de 1960 y 1970, y sobre todo desde la creación de las zonas francas una década antes (Waterford, Galway, Cork). La mayoría de la industria irlandesa está capitalizada por el dinero foráneo. Son las grandes multinacionales las que se han instalado en el país. La industria autóctona se basa en los productos agroalimentarios, con la cerveza como producto principal. También hay un importante sector metalúrgico, textil, farmacéutico y maderero. Destaca el ensamblaje de vehículos, y los productos de alta tecnología: electrodomésticos y computadoras. La industria se concentra, mayoritariamente en torno a las ciudades de Dublín y Cork.

Los servicios tienen cada día un peso mayor. La red de transporte es buena, aunque lejos de las redes del centro de Europa. Dublín y Cork son los grandes puertos del país y los grandes nodos de la red de transportes. El comercio es importante para una economía cada vez más exportadora. El turismo es un recurso importante, a pesar de unas condiciones naturales poco propicias. El inglés es el gran producto turístico a explotar, junto con un estilo de vida más comunitario y unos precios más baratos que en su vecino el Reino Unido.

En Irlanda destacan, sobre todo, los servicios relacionados con las tecnologías de la información, y se ha convertido en uno de los países punteros en este sentido.