España: economía
España es un país desarrollado con alto crecimiento económico. Su prosperidad actual data de la década de 1960 en la que la agricultura, el turismo, las divisas de los emigrantes y la construcción impulsaron el desarrollo industrial del país. España atravesó con dificultades la crisis económica que comenzó en 1973 y se prolongó hasta bien entrada la década de 1980. Durante ese período la industria española sufrió un duro proceso de reconversión, que logró modernizar el sector, para adaptarse a procesos industriales más eficientes y a productos finales más modernos. La economía española recibe un segundo impulso tras la entrada en la Unión Europea en 1986. Los fondos de cohesión que Europa invierte en España se aprovechan bien, la economía se moderniza y el país se convierte en una de las grandes potencias económicas del mundo.
La capacidad agrícola de España es una de las más potentes de Europa. Se trata de una agricultura moderna y eficaz, que usa los avances de la revolución verde de manera muy efectiva. No obstante, buena parte de la agricultura (como la de toda Europa), se mantienen gracias a las subvenciones que llegan de la Unión Europea.
Los productos agrícolas básicos que produce España son: la trilogía productiva de trigo, vid y olivo; y el policultivo hortícola, en el que destacan productos como lechugas, tomates, espárragos, pimientos, cebollas, ajo, guisantes, alcachofas, etc. En España es muy importante la producción de cítricos, naranjas y limones, y frutas como fresas, melocotones, melones, sandías, cerezas, peras, manzana, almendra, plátanos, etc. La producción de patatas y legumbres también es muy importante: patatas, garbanzos, habas, lentejas, etc. A esto hay que añadir los productos industriales, como el tabaco, el girasol para hacer aceite, el algodón y el lino para hacer fibras textiles y la remolacha azucarera. Son los productos típicos de la dieta mediterránea, junto con la carne y el pescado.
La ganadería es muy importante. Tiene un claro carácter intensivo, puesto que casi toda está estabulada. La cabaña bovina es la mayor: vacas de leche, vacas de carne y toros bravos. La cabaña ovina es importante pero no tanto como la bovina. Se emplea para carne y la producción de lana y cuero. La cabaña porcina es abundante y de gran calidad. La cabaña avícola es la más rentable y la más numerosa. Se produce, ante todo, huevos y carne de pollo, dos de los productos más consumidos por los españoles.
La silvicultura no es de gran importancia pero ocupa grandes extensiones. El principal producto silvícola en España es el corcho.
España es uno de los países pesqueros más importantes del mundo. Puertos como los de Vigo, La Coruña, Pasajes o Cádiz están entre los puertos pesqueros más grandes del mundo.
España es un país claramente industrial con buenas producciones siderúrgicas, navales, textiles, química, automovilística y juguetes. Pero, como todo país desarrollado, la producción industrial es diversa y se extiende por todo el país.
España importa todo el petróleo que consume. El gas natural es una fuente de energía en auge, pero también se importa. A aparte de la energía proporcionada por el petróleo y el gas, en España sólo es importante la generación de energía eléctrica por medios hidroeléctricos, nuclear, carbón y eólica. La solar es muy escasa, a pesar de las condiciones naturales del país.
El sector terciario en España es el más potente, como en todo país desarrollado, y diversificado. No obstante destacan el comercio, el transporte, las comunicaciones, la Administración y, sobre todo, el turismo.
El comercio, tanto interior como exterior, es un sector esencial en una economía capitalista desarrollada que ha hecho del consumo su elemento de desarrollo primordial. Abundan las tiendas bien abastecidas tanto de pequeños empresarios como de grandes cadenas nacionales e internacionales.
El transporte de mercancías es un sector decisivo y está asociado al comercio; pero también son muy densas la redes de transporte de personas, tanto las que permiten la circulación de automóviles privados, como el transporte público (autobuses y trenes principalmente). También son muy densas las líneas aéreas. Las comunicaciones aéreas con el exterior son muy buenas, sobre todo gracias al turismo y los inmigrantes, pero también las del interior. Las líneas aéreas comunican casi todo el país, y ya no sólo Madrid con Barcelona, Baleares y las Islas Canarias. Las líneas para el tren de alta velocidad se están extendiendo con rapidez.
La actividad de ocio y turismo no se limitan a la hostelería, aunque esta es con mucho la más importante, sino que genera todo un cortejo de actividades paralelas, tan amplias y diversificadas que es imposible enumerarlas: teatro, cine, excursiones, visitas a monumentos, etc.
Las telecomunicaciones son uno de los sectores económicos más importantes de España. Se trata de empresas de servicio postales, telefonía, prensan radio, televisión e Internet. Son esenciales como medio de difundir la publicidad para incitar al consumo. Los medios de comunicación españoles son muy influyentes, sobre todo en el mundo de habla hispana.