Bosnia-Herzegovina: Geografía humana
Los datos demográficos de Bosnia-Herzegovina están condicionados, aún hoy, por la guerra (1992-1995). Hubo importantes movimientos de población, y aún no se ha hecho un censo fiable, pero se considera que los grandes rasgos del comportamiento poblacional son los que tenía antes de la guerra. Se considera que Bosnia-Herzegovina tiene unos 4.600.000 habitantes lo que da una densidad demográfica de alrededor de 90 h/km².
Se trata de una población moderna que terminó la transición demográfica en el período comunista, y muy poco envejecida. Sobre el 15% de la población tiene menos de 15 años, el 70% tiene entre 15 y 65 años y sobre el 15% más de 65 años. El crecimiento de la población es muy bajo, sobre el 0,3% anual, debido a un saldo migratorio negativo, y a pesar de tener una tasa de migración de cerca de 4‰, que se debe, fundamentalmente, a refugiados bosnios procedentes de otras repúblicas yugoslavas. La tasa de natalidad es muy baja, sobre el 9‰, lo que da una tasa de fertilidad de 1,25 hijos por mujer. La tasa de mortalidad en la actualidad también es muy baja, sobre el 8,5‰, que sube hasta el 9‰ en la tasa de mortalidad infantil. Ello a pesar de la guerra. No se observan, en las poblaciones modernas, incrementos apreciables de las tasas de natalidad tras un período de mortalidad catastrófica. La esperanza de vida al nacimiento es de unos 78 años.
La población está más o menos repartida uniformemente por todo el país, aunque el centro, en torno a Sarajevo, las densidades de población son algo mayores. Algo menos de 50% de la población es urbana, lo que es una tasa baja para Europa. Las principales ciudades de Bosnia-Herzegovina son:
* Banja Luka, 221.686 h
* Sarajevo, 192.264 h
* Bosanski Samac, 110.246 h
* Tuzla, 97.038 h
* Zenica, 93.043 h
* Bijeljina, 70.528 h
* Móstar, 70.270 h
* Bosanska Gradiska, 42.262 h
* Prijedor, 41.938 h
Es de destacar el segundo puesto de Sarajevo, la capital histórica y con más de 350.000 habitantes antes de la guerra, pero el violento cerco y la práctica destrucción física de la ciudad durante la guerra provocó un intenso éxodo del que aún no se ha recuperado.
En Bosnia-Herzegovina, predominan los eslavos, pero se dividen por su origen en la propia Bosnia-Herzegovina, los bosnios, los de origen croata, bosnio-croatas, y los de origen serbio, serbo-bosnios. Hablan serbocroata, escrito bien con caracteres latinos bien con caracteres cirílicos.
En Bosnia-Herzegovina, hay una fuerte correlación entre etnia y religión que complicó mucho los bandos que lucharon en la guerra. En general los bosnio-croatas son católicos, los bosnios musulmanes y los serbo-bosnios cristianos ortodoxos. La religión preponderante es el islam, heredera de la dominación otomana. No obstante, en tiempos de Yugoslavia se consideraba a los musulmanes como una nacionalidad, no necesariamente identificada con la religión.
Los movimientos de población en Bosnia-Herzegovina han sido intensos debido a la guerra. Sarajevo casi quedó despoblada en favor de Banja Luka, pero más intensa fue la emigración fuera del país, especialmente a las repúblicas vecinas, la Unión Europea (Austria, Alemania, Francia y España principalmente) y Estados Unidos. Gran parte de la población de Bosnia-Herzegovina se encuentra fuera del país.
A pesar de los años que hace que terminó la guerra Bosnia-Herzegovina es uno de los países más pobres de la antigua Yugoslavia. La guerra arrasó con las comunicaciones y la infraestructura industrial del país, con lo que se produjo un serio retroceso. A ello contribuyó el bloqueo que Serbia y Croacia impusieron al país. Durante mucho tiempo la mayor parte de la población subsistió gracias a la ayuda humanitaria externa.
La economía de Bosnia-Herzegovina ha estado luchando por recuperarse desde el final de la guerra. La agricultura sigue siendo un sector importante, con la producción de trigo, maíz, frutas y vegetales. Sin embargo, la industria y los servicios están creciendo en importancia. La industria se centra en la producción de acero, carbón, hierro, plomo, zinc, textiles, madera y muebles. El sector servicios, por otro lado, ha experimentado un crecimiento significativo en áreas como el turismo, la banca y las telecomunicaciones.
El turismo en Bosnia-Herzegovina ha experimentado un crecimiento constante en los últimos años. Los visitantes son atraídos por su rica historia, arquitectura única y hermosos paisajes naturales. Sarajevo, con su mezcla de culturas y su historia fascinante, es un destino popular, al igual que la ciudad de Mostar, famosa por su puente Stari Most, un símbolo de la reconciliación y la coexistencia pacífica.
Sin embargo, Bosnia-Herzegovina todavía enfrenta muchos desafíos. La corrupción es un problema persistente y el desempleo sigue siendo alto, especialmente entre los jóvenes. A pesar de estos desafíos, Bosnia-Herzegovina ha demostrado una notable resiliencia y sigue trabajando para superar las secuelas de su pasado conflictivo y construir un futuro mejor para su gente.