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El siroco

Publicado por Daniel Terrasa

 

siroco africano

El siroco es un viento procedente del Sáhara que sopla desde el sudeste hacia el Mediterráneo y la costa noroccidental del continente africano.

Este viento es conocido también con otros nombres como jaloque, qibli (en árabe), marin (en francés) o xaloc (en catalán).

El siroco se origina en la región desértica sahariana (y también en la Península Arábiga) a partir de una gran masa de aire tropical, muy seca y cálida. No se debe confundir con el simún o tormenta de arena, que se desarrolla en el desierto y no viaja con los vientos.

Los sistemas de bajas presiones del Mediterráneo y del Atlántico Norte actúan como factor atractor. Cuando el aire cálido y seco se encuentra con las masas marinas de aire más frío y húmedo, se producen fuertes lluvias y tormentas, algunas de las cuales pueden alcanzar vientos de 40-55 nudos (unos 100 kilómetros por hora).

Este fenómeno es más frecuente entre los meses de febrero y julio, aunque se puede dar igualmente en cualquier época del año. Sus efectos se pueden prolongar desde unas pocas horas hasta varios días.

Al estar cargado con partículas de polvo en suspensión procedentes del desierto, las lluvias asociadas dejan caer arena de color rojizo o marrón que lleva en suspensión.

Otras consecuencias climáticas del siroco son fuertes vientos en las regiones mediterráneas y el aumento de las temperaturas. Puede causar problemas respiratorios en personas sensibles y daños en edificios, vehículos e instrumentos mecánicos a causa de la abrasión que produce el polvo.

viento siroco

La calima canaria

En ciertas ocasiones los efectos del siroco se prolongan durante días. Este fenómeno sucede por ejemplo en las Islas Canarias y se le conoce con el nombre de calima (ver imagen superior).

Las tormentas de arena cruzan el Atlántico y alcanzan el archipiélago. Este siroco carga el aire con finas partículas en polvo, de pequeño tamaño pero muy abundantes.  A menudo estas masas de aire se adentran en el océano e incluso más allá (se ha llegado a registrar su presencia incluso en la costa americana, sobre todo en las Antillas, arrastradas por los vientos alisios).

Además de los efectos nocivos para la salud mencionados en el apartado anterior, la calima canaria se caracteriza por la reducción de la visibilidad de la atmósfera, circunstancia que puede dificultar e incluso impedir el transporte aéreo y la navegación en condiciones seguras.