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La depuración del agua

Publicado por Santiago

Commons Wikimedia: Balsas de decantación de una estación depuradora de aguaLas aguas contaminadas que circular por una red de alcantarillas, las aguas residuales de origen urbano, doméstico e industrial, han de ser dirigidas hacia una estación depuradora de aguas residuales, o planta de depuración, situada aguas abajo del punto contaminante. En la estación depuradora se tratarán las aguas por diversos procesos fisicoquímicos y biológicos, con el objeto de quitarles sus contaminantes, y devolverla a la naturaleza en el mejor estado posible. La mayor parte de las depuradoras tratan las aguas urbanas y domésticas, pero determinados sectores industriales han de tener su propia depuradora con procesos específicos para sus contaminantes, como es el caso de las farmacéuticas y las plantas químicas.

Desde el punto de vista de la depuración del agua se distinguen, por un lado los contaminantes que están en suspensión o flotación y por otro los que están disueltos en el agua. Además, están los contaminantes de origen orgánico y los de origen mineral. También hay que distinguir los contaminantes, que aún siéndolo, son biodegradables, y los que no.

El agua contaminada que llega a una planta pasa por diferentes balsas, canales, cisternas y procesos donde recibe distintos tratamientos. Los primeros tratamientos son los físicos. En las primeras balsas se quitan los elementos flotantes gruesos haciendo pasar el agua por rejillas cada vez más pequeñas. Tras el último tamiz el agua se vierte en una balsa de decantación donde, con el reposo, y por gravedad, los elementos finos que aún están en suspensión se depositan en el fondo.

El agua, ya decantada, pasa entonces a una balsa en la que es tratada con bacterias, que la liberan de gran parte de los contaminantes orgánicos, y parte de los minerales. Esta balsa ha de estar bien oxigenada, por lo que tiene mecanismos que mueven el agua y la airean.

Tras este tratamiento el agua ha de ser decantada de nuevo. Las técnicas en este segundo tratamiento son múltiples: fangos activos, lechos bacterianos, aireación prolongada, biodiscos, etc.

El agua puede recibir un tercer tratamiento, especialmente si se pretende utilizar para otros usos. Se trata de tratamientos físico-químicos que varían dependiendo de para qué se requiera el agua: higienización, para a eliminar virus y gérmenes, cloración, rayos ultravioleta, etc.

El proceso de depuración genera residuos (como los lodos) en los que la concentración de contaminantes es muy alta. El tratamiento de estos residuos requiere de una atención especializada, salvo los obtenidos en los primeros pasos, que es asimilable a las basura urbanas. Los lodos precisan de tratamientos como el espesamiento, la digestión y la deshidratación, para conseguir se que sean asimilables a los residuos sólidos urbanos, puedan se incinerados, o sirvan como abono para la agricultura. Como subproducto se produce metano, que en cantidades suficientes puede ser comercializado.

La instalación y el mantenimiento en buenas condiciones de una depuradora debe de ser una prioridad para todas las poblaciones. Desde tamaños de unos pocos cientos de personas la contaminación de las aguas puede suponer un peligro si se liberan en la naturaleza de manera indiscriminada. Por otro lado, las depuradoras tienen un plazo de vida útil limitado por lo que es necesario ir renovándolas, y planeando su sustitución con suficiente antelación. Normalmente la instalación y conservación de las depuradoras está en manos de los poderes municipales.