El plano urbano
La forma que adopta el callejero de toda ciudad se plasma en el plano urbano. Existen cuatro tipos básicos:
1.- Plano ortogonal, en cuadrícula, equirrectangular o en damero.
2.- Plano lineal.
3.- Plano radioconcéntrico.
4.- Plano irregular.
La forma concreta que adopta el plano de una ciudad depende del marco, o medio natural, las características culturales, la situación socioeconómica o política, etcétera. Para analizar un plano es necesario tener un marco de referencia. Es en las épocas de crecimiento de la ciudad cuando se fija la forma del plano urbano.
El plano ortogonal se caracteriza porque todas las calles se cortan en ángulo recto. Su idea básica se remonta a la Antigüedad. En ocasiones se le llama plano hipodámico, porque se atribuyó su invención a Hipodamos de Mileto, pero la realidad es que, aunque este fue el tipo de plano que propuso Hipodamos para Mileto, ya se conocía en Babilonia en Egipto. El plano ortogonal presenta grandes ventajas: fácil parcelamiento, posibilidades de expansión regular y regularidad; pero también, para el mundo de hoy, tienen desventajas, sobre todo relacionadas con el tráfico de vehículos: mala visibilidad en los cruces, dificultades en el cambio de sentido, problemas de congestión en el centro y dificultades para conectar el centro y la periferia.
El plano lineal se caracteriza por tener una forma alargada. Son poblaciones que surgieron en torno a una vía de comunicación: carretera, río o ferrocarril; y en alguna ocasiones por razones topográficas, pues se construye al pie de una ladera dejando el resto para el cultivo; o en el límite de la costa. Son característicos los pueblos del Camino de Santiago en España, las llamadas villas itinerarias. En Argentina la mayoría tiene su origen en torno a las vías del ferrocarril. El español Arturo Soria ideó un tipo de ciudad (la ciudad lineal) en la que este tipo de plano era empleado intencionalmente. Se trataba de que todas las viviendas tuvieran un acceso bueno y rápido a la vía de comunicación principal, pero también a zonas de ocio y esparcimiento. El problema de este tipo de plano es la congestión de la vía principal, y que no permite consolidar un centro urbano, o mejor dicho, en cuanto se forma el centro urbano la estructura lineal desaparece.
El plano radioconcéntrico se caracteriza porque parte de sus calles convergen en un centro (calles radiales), mientras que el resto se disponen concéntricamente a este centro, comunicando las calles raciales entre sí (calles circunvalantes). Este plano tiene la ventaja de que permite una circulación fácil entre el centro y la periferia, pero la visibilidad en los cruces de las calles es reducida. Además, la parcelación no es uniforme, y no es posible extender este tipo de plano en cualquier tipo de topografía. Sin embargo es el tipo de plano que con más fuerza resalta el centro urbano.
El plano irregular se caracteriza por su aspecto anárquico, sin forma definida. Son muy comunes en las ciudades medievales, tanto cristianas, como, y sobre todo, islámicas. Puede ser fruto de la decisión de construir así la ciudad (como en el caso islámico), o por un origen multipolar de la ciudad, al converger varios centros que crecen hasta juntarse. En la actualidad, y a pesar del control urbanístico, la mayoría de las ciudades tienen, en conjunto, un plano irregular que surge por la yuxtaposición de varios tipos de plano diferentes. Aunque cada parte de la ciudad tiene un plano regular, este no es el mismo ni está en la misma dirección que lo que le rodea, por lo que en conjunto el aspecto es irregular.