Geografía
Inicio Geografía general Selva seca o tropófila

Selva seca o tropófila

Publicado por Pablo Guerrero

La selva monzónica, seca o tropófila es un bioma de las ecorregiones de la Tierra. Esta variedad de bioma (según WWF hay un total de 14) se encuentra en latitudes subtropicales e intertropicales, y abarca una superficie total de 11,5 millones de km2.

Este tipo de selva se encuentra en los dos hemisferios, entre los desiertos subtropicales y las selvas umbrófilas, entre los 10° y los 20° de latitud. Las selvas de mayor biodiversidad son las del Gran Chaco y la Chiquitania, en Bolivia y la selva Lacandona, al sur de México. Las que se desarrollan en la costa del Pacífico, en Perú y Ecuador, hospedan una cantidad importante de especies endémicas como consecuencia de su aislamiento. Lo mismo ocurre con las selvas tropófilas del sureste de África, Nueva Caledonia y Madagascar. Las selvas de la India y de Indochina se caracterizan por la gran variedad de vertebrados.

En cuanto al clima, estas selvas mantienen temperaturas de entre los 25° y los 30° durante todo el año, con precipitaciones abundantes, que oscilan entre los 1000 a 2000 milímetros anuales, aunque durante el invierno se instala una estación seca que puede durar desde cuatro a nueve meses.

El suelo está siempre cubierto de plantas.

En general, las especies de árboles dominantes son las de hojas caducas, del tipo de la teca y de la uña de vaca (nombre botánico, Bauhinia variegata) que pierden las hojas durante la estación invernal seca. Sin las hojas, las plantas conservan mejor la humedad ya que no la evaporan por las hojas. Al perder el follaje, las ramas permiten el paso de la luz solar, favoreciendo el desarrollo de un intenso sotobosque. En las zonas de mayor humedad y en las de tierras de menor fertilidad, los árboles son de follaje perenne. También estas selvas son grandes proveedoras de madera. Aunque la variedad de especies es menor que en las selvas ecuatoriales, pueden encontrarse especies muy comercializables como la caoba, samán, jabillo, etcétera.

La fauna de estas selvas es muy rica. Monos, félidos, loros, ciervos y aves son comunes en estas zonas, aunque la biodiversidad es menor que la de las selvas umbrófilas. Los mamíferos, especialmente en las selvas de Asia y de África, son los que mejor se adaptan al duro clima de la selva seca.

Estas selvas, cuando se localizan en zonas climáticas de sabana, se llaman selvas monzónicas.

Las especies se distribuyen en mayores extensiones que en la selva umbrófila, y se desarrollan con gran biodiversidad, aunque menor que la de las selvas umbrófilas cercanas.

Los grandes depredadores habitan estas selvas, razón por la cual conservar estas extensas áreas de vegetación es fundamental para la supervivencia de la fauna y para proteger las especies. También es fundamental el cuidado de las fuentes de agua y de las selvas de las riberas, así como el mantenimiento de las grandes extensiones, para permitir la recuperación de la flora y de la fauna después de devastaciones producidas por incendios o por deforestación.