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Pozas de marea

Publicado por Pablo Guerrero

Se llaman pozas de mareas o charcos intermareales a los charcos que permanecen en los depósitos sedimentarios cercanos a las orillas y entre las formaciones rocosas cuando baja la marea.

Muchas de estas pozas pueden reconocerse solamente al bajar la marea y, en general, se observan en mares templados o cálidos. En ocasiones, se presentan también en zonas cercanas al agua dulce, aunque es más frecuente su presencia cerca del mar debido al oleaje y a los cambios en las mareas.

Cada una de estas pozas conforma un hábitat en el cual se desarrolla una fauna característica por su capacidad de adaptación, muchas veces sorprendente incluso para los científicos que estudian estos hábitats, como los biólogos marinos y los naturalistas.

Las pozas son un reservorio de alimentos de fácil acceso, ya que suelen ofrecer una importante provisión de moluscos, peces pequeños y crustáceos, entre otros.

Su ubicación cercana a las orillas, en la zona intermareal, donde se junta agua proveniente del movimiento de las olas, las mareas altas y las lluvias, mantiene esta zona cubierta de agua, pero cuando esta baja, la zona queda expuesta al viento y al sol. En consecuencia, es difícil que organismos vivos se puedan adaptar a tales condiciones ya que la intermitente exposición solar y eólica requiere que la vegetación se adapte a la pérdida frecuente de agua. No obstante, estas pozas se encuentran generalmente habitadas por líquenes y cirrípedos. Los cirrípedos se adaptan a este hábitat dependiendo de la altura, del nivel del mar y del estado de las mareas. Las conchas son de calcita, material que debido a su impermeabilidad y a las dos placas que cubren la boca les permite sobrevivir en este hábitat.

Zona de la línea de pleamar

En esta zona los organismos vivos deben adaptarse a las olas, a las corrientes marinas y a la fuerte exposición al sol. En la zona de la línea de pleamar se pueden encontrar anémonas, cochinillas, estrellas, mejillones, cangrejos y algas verdes que actúan de refugio de cangrejos ermitaños y de nudibranquios. El oleaje trae alimentos a estos organismos, aunque también les dificulta la vida en este hábitat.

Zona de línea de bajamar

El charco intermareal en la línea de bajamar permanece cubierto de agua la mayor parte del tiempo, ya que solo se descubre cuando se produce la bajamar. Estos charcos rebosan de vida animal y vegetal, especialmente de algas, debido a que su condición de estar la mayor parte del tiempo sumergido facilita la vida de las especies. Aquí se encuentran algas pardas, orejas de mar, cochinillas, anémonas, hidroides, algas verdes, mejillones, pepinos, nudibranquios, erizos, camarones, poliquetos, esponjas, etcétera. Estos organismos vivos adquieren mayor tamaño debido a que reciben mayor cantidad de alimentos, a que la cantidad de agua en los charcos facilita la llegada de luz para permitir la fotosíntesis, a que se mantienen los niveles necesarios de salinidad y a que los depredadores de mayor tamaño no pueden acceder a estos espacios por la escasa profundidad de sus aguas.