Japón: Economía, sector terciario
El motor económico de Japón son los servicios; servicios de alta calidad y que tienen impacto en todo el mundo: banca, seguros, comercio al por menor, transporte, telecomunicaciones, etc.
El comercio exterior es fundamental para Japón, tanto por que a través de él salen los productos industriales para todo el mundo, como la importación de las materias primas para la industria y los alimentos para completar la parca producción agrícola. A través del comercio exterior Japón está presente en todo el mundo. La balanza comercial es claramente favorable a Japón, a pesar de lo mucho que importa.
Los principales socios comerciales para la exportación son Estados Unidos 22,8%, la Unión Europea el 14,5%, China 14,3%, Corea del Sur 7,8%, Taiwán 6,8% y Hong Kong 5,6% . Los principales países de los que importa son China 20,5%, Estados Unidos 12,0%, la Unión Europea el 10,3%, Arabia Saudita 6,4%, Emiratos Árabes Unidos 5,5%, Australia 4,8%, Corea del Sur 4,7% e Indonesia 4,2%.
Todo este comercio internacional se asienta en una potente banca y de seguros. La bolsa de Tokio, y los centros financieros de Saporo y Fukuoka tienen ámbito internacional. Los bancos japoneses se remontan a los grandes zaibatsu, clanes familiares que dominan la mayoría de las acciones de un holding, a través de las que controlaban un numeroso grupo de empresas de un mismo sector o de varios.
A pesar del capitalismo generalizado Japón no es exactamente un país liberal, y la economía está fuertemente intervenida. Regularmente el gobierno lanza planes económicos que las empresas se comprometen a cumplir. Esta política sirvió para un espectacular desarrollo económico en las décadas de 1960 y 1970. En la década de 1980 el altísimo desarrollo se frenó, y entró en crisis en la década de 1990, aunque Japón sigue siendo la segunda economía del mundo.
La red de comunicaciones japonesa es una de las más importantes del mundo. Hay carreteras, ferrocarriles, aeropuerto y puertos de gran capacidad, rapidez y calidad.
La red ferroviaria es una de las más densas y rápidas del mundo. Se usa con eficacia tanto para el transporte de mercancías como de personas. Es el transporte público más popular. La red de carreteras es muy moderna, ya que está siendo remodelada casi de continuo y con grandes obras de ingeniería: puentes, viaductos, túneles, etc. A pesar de la densidad, la rapidez y lo moderno de estas vías están casi permanentemente congestionadas, y es que las necesidades de transporte de mercancías y viajeros en Japón son muy altas.
Para atender a las necesidades de importación y exportación Japón dispone de la segunda flota mercante más grande del mundo, sólo por detrás de la de Estados Unidos. Algunos barcos son auténticas factorías flotantes, donde se da el acabado de determinados productos. Los puertos más importantes se encuentran en las grandes megalópolis.
La aviación es muy dinámica, tanto en los vuelos nacionales como en los internacionales. Casi todas las ciudades tienen aeropuerto.
En Japón las telecomunicaciones tienen un protagonismo decisivo: radio, televisión y, sobre todo, Internet, ya que dispone de unas de las redes más densas y rápidas del mundo. No obstante, y debido a la barrera del idioma, los medios de comunicación japoneses no tienen la influencia que les correspondería por su posición económica.
El turismo está bastante desarrollado, por su exotismo, pero muy lejos de los grandes centros turísticos del mundo. Los japoneses son, más bien, emisores de turistas que receptores.