Dinamarca: Economía
Dinamarca es una de las principales economías del mundo. Tiene un índice de desarrollo humano altísimo (0,949). Se trata de una economía muy centrada en los servicios. La agricultura tan sólo aporta el 1,5 del PIB, y acoge al 3% de la fuerza laboral, la industria aporta el 26% del PIB y acoge al 21% de la mano de obra y los servicios suponen el 72,5% del PIB y el 76% de los trabajadores. A pesar de pertenecer a la Unión Europea no está dentro del euro, por lo que su moneda es la corona danesa.
Aunque la agricultura y la ganadería aportan muy poco al PIB forman el paisaje del más del 60% de la superficie del país, lo que incluyen un 5% destinado a pastos y un 12% destinado a bosques y silvicultura. La agricultura danesa es muy moderna, y aprovecha con eficacia todos los avances de la revolución verde, especialmente los cultivos en invernadero. Son explotaciones de tamaño medio, explotación directa que resuelven la economía de una familia. Sus productos agroganaderos son de alta calidad, y en buena medida son exportados al resto de Europa. Los cultivos más importantes son la cebada, que ocupa cerca de la mitad de la superficie agrícola útil y se destina a forraje para ganado y la fabricación de cerveza, el trigo, la remolacha azucarera y la patata, que consigue altísimos rendimientos.
La cabaña ganadera es de alta calidad. Predomina el bovino, seguido del ovino, el porcino y el caballar. También las granjas aviares son de gran importancia. Es una importante potencia pesquera. Aunque pesca en todo el mundo sus caladeros tradicionales están en el mar de Noruega, y en Groenlandia.
La industria es muy activa, especialmente la industria asociada a la agricultura, la ganadería y la pesca. Es la responsable de poner en el mercado los productos de estos sectores, y de proporcionarle son insumos: maquinaria, fertilizantes, etc. Cerveza, tabaco, quesos y lácteos son las principales exportaciones agrícolas de Dinamarca.
La metalurgia danesa está enfocada a la fabricación de maquinaria y la industria naval. Los astilleros de Copenhague están entre los mejores del mundo. También tiene una importante industria del juguete, gracias a la multinacional «Lego».
En los mares de Dinamarca encontramos yacimientos de petróleo y gas natural, que proporcionan buena parte de las necesidades energéticas del país.
Los servicios aportan la mayor parte del PIB. La danesa es una economía de servicios. El comercio es el principal subsector. Pone en el mercado los productos industriales y agrícolas, y abastece con eficacia la demanda del país. Dinamarca tiene una dependencia bastante acusada del comercio internacional, sobre todo con los países de la Unión Europea, ya que su industria es excedentaria para las necesidades del país. Tiene una balanza de pagos positiva, ya que aunque debe de importar materias primas exporta productos elaborados con un alto valor añadido. Exporta principalmente maquinaria y productos alimenticios.
Las redes de comunicación son densas y rápidas, y le ponen en contacto con sus vecinos. Modernos puentes enlazan todas las islas importantes y estas con Suecia. El turismo es anecdótico.
Dinamarca es unos de los países con un estados del bienestar más desarrollado. La educación es gratuita hasta la universidad, la atención sanitaria de calidad, y la protección contra el desempleo muy grande. El sector público es el mayor empleador del país.