Dinamarca: Hidrografía, clima y vegetación
Los ríos daneses son cortos, lentos y meandriformes. Ello se debe a la llanura dominante en el país y a que todos los ríos se desarrollan íntegramente dentro de sus fronteras, tanto en la península de Jutlandia como en sus islas. Son ríos caudalosos, en buena medida navegables.
El río el más importante es el Gudena, en la península, que tiene 158 km de largo. Nace en Tinnet Krat, cerca de la ciudad de Torring, y desemboca en el fiordo de Randers, frentre al estrecho de Kattegat.
Otros ríos importantes son el Stora, el Skjern, y el Varde, que desembocan, todos, en el mar del Norte.
Más importantes son sus lagos. Suman un total de 435 km². Tiene dos orígenes, uno glaciar, los del centro de la península y de las islas, y otro las marismas, en el litoral, sobre todo en la costa del mar del Norte.
En el interior de la península de Jutlandia hay docenas de grandes lagos. El mayor es el lago Arre, en la isla de Sjaelland. Es largo de 40,6 km² y se encuentra al este de Frederiksvaerk, al nordeste de la isla. El segundo lago más grande del país es Stadil Fjord, de 19 km², en Jutlandia; y el tercero el lago Esromsee con una superficie de 17,36 km².
Mención aparte merece el Limfjord (fiordo Lim) que separa la isla de Vendsyssel-Thy del resto de la península de Jutlandia. Se extiende desde Thyboron en el mar del Norte hasta Hals en el Kattegat. Tiene unos 180 kilómetros de longitud y una forma irregular con varias bahías e islas, la más grande de ellas la de Mors. Su profundidad máxima es de 24 metros.
El clima danés está en las latitudes altas del hemisferio norte y al oeste del gran continente euroasiático. Por su posición debería de tener un clima frío, pero es mucho más suave gracias a la corriente del Golfo, que dulcifica los climas de esta parte de Europa. Estamos ante un clima marítimo de la costa oeste. Los centros de acción que le afectan son el frente polar, durante la mayor parte del año, y que trae masas de aire de tipo polar marítimo, frías y húmedas, el anticiclón siberiano, que llega en los meses centrales del invierno y que trae masas de aire polar continental, muy frías y secas, y que en contacto con las masas de aire marítimo provoca grandes nevadas. Ocasionalmente también llega el anticiclón de las Azores, cuya influencia se nota algunas semanas en verano, que trae masas de aire de tipo tropical marítimo, cálidas y húmedas.
A pesar de la situación de Dinamarca, entre dos mares, la precipitación anual es relativamente baja, entre 700 y 800 mm en el oeste, y entre 500 y 600 mm en el centro y este; incluso menos en el Gran Belt. Esto se debe a que no hay relieves que retengan las masas de aire, que pasan por encima del país sin necesidad de descargar. Las lluvias son suaves y bien repartidas, ya que hay entre 100 y 120 días de lluvia al año. La época más lluviosa es el verano.
Las temperaturas son equilibradas, pero con una amplitud térmica anual mayor de lo que cabría esperar para un país entre dos mares. Esto se debe a que en invierno hay muy pocas horas de sol, por lo que en enero las temperaturas medias se sitúan en torno a los 0 ºC, en enero y en julio sobre los 17 ºC. La oscilación térmica diaria puede llegar a ser de hasta 20 ºC. Se dan hasta 120 días de heladas seguras al año, algunos menos en la costa.
Dinamarca se encuentra entre dos biocenosis, el bosque caducifolio de robles y hayas, y la taiga de coníferas. En general se puede encontrar un bosque mixto, con mezcla de especies de las dos biocenosis, pero la pauta normal es encontrar el bosque caducifolio en las zonas templadas del sur y la costa y la taiga en el interior de la península de Jutlandia y las grandes islas. En las zonas peor drenadas aparecen turberas.
No obstante, la vegetación natural es residual, ya que ha sido sustituida por cultivos. La acción antrópica ha afectado a todo el país.