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La gota fría

Publicado por Santiago

Commons Wikimedia: Lluvia torrencial por gota fríaSe llama gota fría a un tipo de tiempo que se da en el clima mediterráneo a finales del verano y en el otoño, y que se caracteriza por las grandes precipitaciones que caen en muy pocos minutos y en un lugar muy concreto. El término gota fría es muy popular, pero en meteorología se conoce como DANA (Depresión Aislada en Niveles Altos). Consiste en la advección en altura de una bolsa de aire muy frío y aislado que se superpone sobe una masa de aire cálida y húmeda. La combinación de estas dos masas de aire provoca enormes precipitaciones. Así dicho se podría pensar que cualquier borrasca es, en última instancia, una gota fría, pero este término se reserva para el tipo de tiempo que estamos describiendo.

La gota fría, o DANA, tiene la particularidad de que está provocada por una masa de aire frío que se encuentra por delante del frente polar. Así, pues, no responde a la dinámica de frentes que se desarrolla en el momento. De esta manera, provoca tormentas intensas, con un gran aparato eléctrico, granizo y fuertes vientos que afectan a superficies reducidas y siguen trayectorias erráticas.

La génesis de estas masas de aire frío aislado en la altura se encuentra en las ondulaciones de la corriente en chorro. Cuando la corriente en chorro se desplaza hacia las latitudes altas a finales del verano el empuje provoca profundas ondulaciones, a la manera de los meandros de los ríos, y cuando estas son muy pronunciadas tiene lugar un estrangulamiento que aísla una masa de aire polar que desciende hacia latitudes más cálidas.

La masa de aire desgajada conserva el giro ciclónico propio de las borrascas, por lo que se convierte en una baja presión, pero sólo en altura. En superficie las cosas son muy distintas. Aquí existe una masa de aire tropical, cálida, con grades cantidades de agua disuelta como humedad absoluta y que asciende rápidamente. Cuando esta masa de aire que asciende, tanto por estar muy caliente como porque se ve absorbida por la baja presión en altura, la humedad relativa asciende rápidamente provocando enormes lluvias, tormentas y, como consecuencia, precipitaciones muy rápidas.

La gota fría, por supuesto, se puede dar tanto sobre una región continental como marina, pero las masas de aire que se encuentran en el interior de los continentes tienen una menor cantidad de humedad absoluta, porque no hay grandes masas de agua de donde evaporar. Así pues, las consecuencias de una gota fría son mucho menos importantes en el interior de los continentes que en las zonas costeras.

El mecanismo de formación de gotas frías funciona tanto en el oeste como en el este de los continentes, pero es en el oeste donde las diferencias de las temperaturas de las masas de aire tropical y polar son mayores, y por lo tanto es aquí donde se producen con mayor claridad. Además, aquí se producen tras un largo período de aridez estival, por lo que sus consecuencias son mucho más llamativas. Frecuentemente son las precipitaciones más abundantes del año, aunque no las más provechosas. El lugar del mundo donde se definen con más claridad las gotas frías es el levante español: Cataluña, Valencia, este de Andalucía, y también la costa mediterránea de Francia e Italia.

Las consecuencias de la gota fría pueden llegar a ser desastrosas, especialmente cuando se encadenan varias tormentas seguidas. Con la gran cantidad de agua caída frecuentemente se producen inundaciones, que en ocasiones no anegan el lugar en que cae la lluvia, sino aguas abajo, cuando las aguas descontroladas se unen a las de otras tormentas y juntas llegan, inesperadamente, a lugares desprevenidos.

Las gotas frías no tienen la energía de las tormentas tropicales ni los huracanes, pero es un fenómeno análogo que se produce en el oeste de los continentes, lo que quiere decir que sólo se alimentan del medio marino en determinadas condiciones, como puede ser el mar Mediterráneo cuando hay viento del este. Así pues, se trata de un fenómeno de peligrosidad media, pero muy intenso, que puede superar los 250 mm y vientos de 100 km/h. La combinación de avenidas de agua con la pleamar pueden crear inundaciones importantes.

En la costa levantina española todos los años se producen gotas frías más o menos importantes. Son tanto más fuertes cuanto más cálido haya sido el verano. Su carácter esporádico y puntual hace que mucho de los cauces de las ramblas por donde se descarga el agua se encuentren atorados por suciedad, cuando no construidos y hasta habitados, lo que multiplica el poder catastrófico de las gotas frías.

Entre las mayores gotas frías que de las que se tienen registro están:

* Valencia 1957, que inunda la ciudad de Valencia y tras la cual se desvía el cauce del río Turia

* Alcira (Valencia) 1982, que derrumba el pantano de Tous, lo que provoca numerosos muertos.

* Oliva (Valencia) 1987, donde se llegaron a recoger 817 mm en 24 horas.