Islandia: Hidrografía, clima y vegetación
Los ríos islandeses son cortos, rápidos y caudalosos. Se congelan en invierno, por lo que esta es la estación en la que menos agua circula por ellos. Por el contrario, es en el verano, especialmente al final, cuando más agua llevan, debido al deshielo. La mayor parte de los ríos nacen al pie de los glaciares, por lo que en la época de crecidas arrastran gran cantidad de detritos, dando al agua un color amarillento o marrón.
El río más largo de Islandia es el Thorsa, al sur, que tiene una longitud de 230 km. Otros ríos importantes son el Jökulsá á Brú, el Jökulsa á Fjöllum y el Hvita.
Una de las características más destacadas de los ríos islandeses son sus numerosos rápidos y las cascadas. Las cascadas más importantes son las de Gullfoss, de 32 m, las de Dettifoss, de 44 m y las de Skogafoss de 60 m de altura.
En Islandia abundan los lagos, aunque ninguno de ellos es muy grandes. Son lagos de origen glaciar o de origen volcánico. La mayoría de ellos son aguas represadas detrás de morrenas y cordones de lava. Algunos de ellos han sido formados por el hundimiento del terreno. Los lagos más importantes son: Thingvallavatn (83 km²), Thórisvatn (68 km²), Kleifarvatn, Logurinn (52 km²), Hóp (45 km²), Myvatn (38 km²), Jökulsárlón, Skorradalsvatn y Myvatn. El lago Myvatn es conocido mundialmente por su variedad de aves.
El clima islandés es de tipo Tundra. Por su posición en latitudes tan altas le correspondería un clima del casquete polar, pero la corriente del Golfo dulcifica las condiciones climáticas, para hacerlas mucho más agradables. La influencia de la corriente del Golfo origina una diferencia notable entre las costas sur y oeste, que reciben plenamente su influencia, y la norte este, que sólo la recibe indirectamente, y están bañadas, más bien, por corrientes polares. Los centros de acción que afectan a Islandia son el frente polar, especialmente en la célula de la borrasca de Islandia, que trae masas de aire húmedas y frías, el frente ártico, que trae masas de aire muy frías y húmedas, y el anticiclón ártico, que trae masas de aire muy frías y secas. Sólo ocasionalmente llegan masas de aire tropical, frescas y húmedas.
La primavera es la estación más lluviosa y desapacible. Los inviernos son duros, tanto por el frío como por la falta de luz, el verano es fresco y corto, por lo que apenas permiten el crecimiento de las plantas, y el otoño es, también, muy lluvioso. Las temperaturas medias de Reikiavik en el mes de enero es de 0 ºC, y en julio de 11 ºC. Las lluvias son muy variables. Van desde los 500 mm en las regiones más secas pero más frías, y los 2000 en las más lluviosas, pero más cálidas. No obstante, Reikiavik, por cuestiones orográficas recibe sólo sobre 860 mm anuales.
Además, el clima islandés es muy variable, a lo largo del día, por lo que se puede pasar de temperaturas agradables y sin lluvias a grandes fríos y nevadas. Esta variabilidad se debe a la presencia constante de fuertes vientos, especialmente en invierno.
El verano es, con mucho, la estación más agradable, tanto por la suavidad de las temperaturas como por las muchas horas de luz de que dispone el país. En torno al solsticio de verano las noches duran unas tres o cuatro horas.
En estas condiciones tan duras las plantas apenas prosperan. La tundra domina por completo la vegetación natural. Es una isla con pocos recursos agrícolas por lo que se ha tratado de explotar sus recursos de manera intensiva. Con frecuencia se ha dicho que Islandia es un país sin árboles. Esto no es del todo cierto. Existieron bosques de abedules, que fueron explotados hasta que en la práctica desaparecieron. Hoy en día los árboles que encontramos en Islandia son de cultivo o repoblación con coníferas. Hay que tener en cuenta que sólo un cuarto de la superficie del país está cubierta de vegetación. Los bosques más grandes del país son los abedules de Hallormsstadarskógur en el este y Vaglaskógur en el norte. Serbales y álamos crecen de manera aislada.
A falta de árboles abundan las gramíneas y los juncos, junto con las formaciones de tundra (líquenes y hongos). El suelo es, mayoritariamente permafrost, es decir se encuentra congelado todo el año.
En contraste con la pobreza vegetal encontramos una fauna abundante, parte de ella migratoria y parte de ella endémica. Son característicos el zorro, el reno (importado de Noruega), y sobre todo en el mar, 17 especies de ballenas y 2 especies de focas endémicas, con otras 4 especies de focas que hibernan en Islandia, 241 clases de aves. Para la observación de aves destaca el lago Myvatn. Y unas 800 especies de insectos. Los ríos islandeses son famosos por sus salmones y truchas.