Bolivia: clima
El clima de Bolivia es muy variado, gracias a las enormes diferencias entre las partes bajas y las altas del país. El clima zonal es el ecuatorial lluvioso, y el centro de acción básico la Zona de Convergencia Intertropical (ZCIT), pero también se ve afectada por el anticiclón del Pacífico sur y por los cambios en el clima que introduce, regularmente, El Niño. Los vientos zonales son los alisios, pero la mayor parte del país se encuentra a sotavento. También llegan fuertes vientos de componente sur. Así, el clima boliviano está condicionado por la latitud, la proximidad al trópico, la altitud, la variedad de relieves, la circulación de los vientos alisios, los surazos y el fenómeno de El Niño.
En general, en Bolivia encontramos dos estaciones: lluviosa y seca. La estación de lluvias va de noviembre a marzo, y la seca de marzo a octubre.
Aunque Bolivia se encuentra dentro de latitudes tropicales, las condiciones climáticas varían drásticamente entre las tierras bajas y las altas de los Andes. Las temperaturas dependen de la elevación, y muestran poca oscilación estacional. En la mayoría de los casos, las precipitaciones son más abundantes durante el verano meridional, y la cantidad tienden a disminuir de norte a sur.
Las áreas norteñas de los llanos amazónicos tienen un clima tropical húmedo y seco con temperaturas altas a lo largo de todo el año, una humedad alta y precipitación elevada. La temperatura promedio es de 30 °C todo el año. Los vientos provenientes de la cuenca del amazonas traen muchas lluvias, que caen a menudo en forma de tormenta. Entre octubre y abril los vientos toman una componente noroeste muy marcada, y se vuelven más secos. El tiempo se torna caliente, húmedo y lluvioso. Sin embargo, entre mayo y septiembre, estos vientos producen una precipitación mínima. Las incursiones ocasionales de vientos fuertes del sur, llamadas surazos, pueden alcanzar esta región durante invierno y traer temperaturas frescas.
El Chaco tiene un clima tropical semiárido. Los vientos de componente noreste traen lluvia y humedad a partir de enero. El resto de los meses son secos, con días calurosos y noches frescas. Los surazos también afectan al Chaco.
Las temperaturas y la cantidad de precipitación en áreas de montaña varían considerablemente. Los yungas hacen que esta zona sea más húmedas y lluviosa, superando los 1.500 mm anuales. Los valles que están dentro de la cordillera Oriental tienen temperaturas suaves y las cantidades de precipitación son moderadas, con una media de 640 a 760 mm anuales. La temperatura cae con el aumento de la altura. Las nevadas aparecen a partir de los 2.000 msnm. La nieve permanente se encuentra por encima de los 4.600 msnm. Las zonas a partir de los 5.500 msnm tienen un clima frío, con auténticos glaciares. Los picos de la Cordillera Occidental se convierten en desiertos fríos y altos debido a los vientos fuertes.
El Altiplano es barrido por vientos fuertes y fríos. Tiene un clima árido-frío, con diferencias muy agudas en la temperatura diaria y las cantidades de precipitación. Cada valle tiene un clima diferenciado, pero en general las precipitaciones disminuyen de norte a sur. La temperatura media durante el día se encuentra entre los 15 a 20 °C, pero con el verano tropical y el sol las temperaturas pueden llegar a 27 °C. La oscilación térmica diaria es muy alta. Al anochecer las temperaturas se sitúan en torno a los cero grados. Las lluvias son muy escasas, en la mayoría del territorio, pero las montañas introducen variaciones muy importantes.
La zona suroeste, a sotavento de los alisios y con la influencia de la corriente fría de Humboldt, es la más árida. Encontramos auténticos desiertos.