Golfo de Panamá
El Golfo de Panamá se encuentra en la costa suroccidental de este país centroamericano. Forma un arco de 250 kilómetros de longitud y un área estimada de 2.400 kilómetros cuadrados. Su punto de mayor profundidad alcanza los 220 metros. Las aguas del golfo se conectan con las del Atlántico a través del Canal de Panamá. También la capital del país, Ciudad de Panamá, se encuentra a orillas de este golfo.
En el arco del golfo se encuentran otros golfos menores y bahías de menor entidad, como el Golfo de Parita al oeste y el Golfo de San Miguel al este. También contiene numerosas islas, entre las cuales destaca el archipiélago de las Perlas, formado por más de 200 islas e islotes.
El clima en la región del Golfo de Panamá es de tipo tropical, con dos estaciones claramente definidas: una estación seca que va de enero a abril, y una estación lluviosa, de mayo a diciembre.
Las Islas de las Perlas
Este archipiélago es el principal destino turístico de la región del Golfo, en especial Isla Contadora (en la imagen), llamada así porque era el lugar en el que antiguamente los comerciantes españoles en el Pacífico hacían parada para hacer inventario antes de regresar a España.
La isla más grande es la Isla del Rey, con una extensión de 234 kilómetros cuadrados. Es, además, la segunda isla más grande de Panamá por detrás de Coiba.
La navegación en la zona de las islas, y del Golfo de Panamá en general, es bastante complicada a causa de las fuertes corrientes que fluyen en esta parte del océano.
Manglares del Golfo de Panamá
La línea de costa del golfo está prácticamente cubierta en su totalidad por manglares, a excepción de las zonas construidas donde se encuentran los principales puertos y ciudades. El manglar alberga un rico ecosistema. Contiene zonas salobres que se inundan regularmente, sobre todo en la mitad oriental, por el efecto combinado de las lluvias y las mareas.
Entre las numerosas especies que habitan los manglares destacan el oso hormiguero, el mapache, el venado de cola blanca, la boa constrictor y la iguana verde. Entre las aves, hay que mencionar el martín pescador, la espátula rosada y varias especies de halcones. La pesca en los manglares es superior en número de capturas a la que tiene lugar en las aguas abiertas del golfo.
En la actualidad, la región de los manglares del Golfo de Panamá se encuentra amenazada por una serie de factores tanto de origen natural como antrópico. Por una parte, sus aguas han sido contaminadas por numerosos vertidos de petróleo en la segunda mitad del siglo XX, mientras que la tala indiscriminada (hoy prohibida) ha tenido como consecuencia la deforestación de extensas áreas.
Otro factor que está contribuyendo al deterioro de los manglares es el incremento de los efectos del fenómeno meteorológico de El Niño en forma de tormentas cada vez más devastadoras.
Todas estas circunstancias no solo suponen una amenaza para la flora y la fauna de la región, sino también para la economía panameña, dado que muchas empresas y familias viven de la explotación de los diferentes recursos que proporcionan los manglares.