Lago Assal
Ubicado al este de África, en el centro de Yibuti, específicamente en la región de Tadjoura, el lago Assal es uno de los más salados del mundo. Únicamente lo preceden el Don Juan y el Vanda, ubicados en la Antártida. La concepción de que el mar Muerto es el que contiene el agua más salada del planeta es un error común.
El lago Assal representa además el punto más bajo de África. Sus costas se encuentran a 155 metros bajo el nivel del mar y forman parte de la calurosa Depresión de Afar. En su punto más inferior, la profundidad del Assal aumenta 40 metros.
Según estudios llevados a cabo por geólogos franceses, el lago Assal no siempre fue salino. La afirmación se debe a las formaciones encontradas en su superficie, así como bajo sus aguas. Sin embargo, existen dos explicaciones para su condición actual. La primera consiste en aseverar que el lago fue inundado por el agua salada de la costa. La segunda, en cambio, se basa en la existencia de una conexión subterránea entre el mar y el lago.
Hay quienes sostienen que son los diversos volcanes alrededor del Assal los podría haber causado la separación entre el lago y el mar, ubicado a pocos kilómetros en el Golfo de Tadjoura. Por su parte, los principales afluentes del lago también están conectados a este golfo.
Las condiciones de la Depresión de Afar, una de las zonas más calientes y secas del mundo, hacen que la presencia de agua dulce sea bastante limitada en las cercanías del lago Assal y explican además los altos grados de salinidad del mismo.
Debido a sus características, la existencia de vida acuática en el lago Assal es casi inexistente. No obstante, al igual que en el Mar muerto, existe una presencia considerable de distintos organismos bacterianos.
La concentración de sal en el lago Assal ha llegado hasta el 34,8 %, por lo que existen, desde hace muchos años, actividades de extracción de este mineral. Tradicionalmente han sido los habitantes de la zona, los Afar, quienes han llevado a cabo esta faena, para luego vender el producto en lugares tan lejanos como Etiopía. Los Afar son una tribu nómada y comerciante que ha transportado caravanas a través del desierto por cientos de años.
Más recientemente han sido diversas compañías francesas las encargadas de explotar los yacimientos de la zona para su posterior exportación. La sal del lago ha llegado a ser considerada una exquisitez, siendo servida en algunos de los establecimientos más exclusivos de Paris.
Existen además diversas iniciativas turísticas para desarrollar el área, azotada desde hace años por la pobreza y las dificultades. No en vano el gobierno de Yibuti ha nombrado al lago Assal “tesoro nacional”, a la vez que lo ha postulado en la UNESCO para que pase a ser Patrimonio de la Humanidad. Entre las principales atracciones de la Depresión de Afar, se encuentran además el volcán Ardoukôba, el cráter Dallol y el volcán Erta Ale, ambos últimos en Etiopía. Por otra parte, fue en la depresión de Afar donde fueron encontrados los famosos fósiles que tiempo más tarde serían conocidos como Lucy.