Cliserie
Se utiliza la designación geográfica cliserie o cliséride para describir los diferentes tipos de vegetación que se encuentra a una determinada altura dentro de una cordillera. La vegetación se distribuye en forma escalonada debido a las variaciones que presenta el clima en las diferentes altitudes.
Hay dos tipos de cliséride: altitudinal y latitudinal. La cliséride altitudinal se distingue por presentar cuatro escalones de vegetación a diferentes alturas. El primero es el basal; le siguen el montano y el subalpino y, el de mayor altura, el alpino.
Las especies van variando de las menos resistentes al frío en la zona basal a las de más tolerantes al frío y a peores suelos en la zona alpina. La secuencia típica de escalones arbóreos comienza con los robles, continúa con los abetos y hayas y termina con los pinos negros, tras los cuales no crecen más árboles sino matorrales y herbáceas muy resistentes a las bajas temperaturas, como el edelweiss.
En Sierra Nevada, la vegetación se divide en pisos bioclimáticos.
Vegetación de zonas bajas
Hasta los 700 metros de altitud, sobre la cara sur, crece el piso termomediterráneo, que se caracteriza por inviernos suaves y veranos muy calurosos. En general, esta franja de tierra está cultivada, pero se calcula que en esta zona, la flora natural estuvo compuesta de enebros, candiles, lentisco y zarzaparrilla. En suelos debilitados por fenómenos extremos, como un incendio forestal, suele haber romerales, jarales y aulagares.
Vegetación de baja montaña
Desde los 700 metros hasta alrededor de los 1300 metros de altura, crece el piso mesomediterráneo, que se diferencia del termomediterráneo por presentar heladas durante el invierno, aunque el verano es caluroso. Aquí, la flora natural está compuesta de lentisco, zarzaparrilla, acebuche, encina, torvisco, enebro y madreselva.
Vegetación de media montaña
Desde los 1300 metros hasta los 1900 metros de altura, crece el piso supramediterráneo, que se caracteriza por presentar veranos templados e inviernos un poco más fríos, con nevadas y heladas frecuentes. Algunas especies se desarrollan en forma de bosques, como el melojo, arce y quejigo. Los encinares se desarrollan entre los 1300 y los 1750 metros con predominio de encina y variedades de enebros, agracejos, ruscos, torviscos y majuelos.
Vegetación de alta montaña
Entre los 1900 metros y alrededor de los 2700 metros de altura, crece el piso oromediterráneo, que es el que caracteriza a la Sierra Nevada por la variedad de especies y el colorido que aportan.
Vegetación de las cumbres
Desde los 2600 metros a los 2800 metros de altura, se desarrolla el piso crioromediterráneo. Las temperaturas extremas, los vientos, la falta de agua en la estación cálida, la fuerte insolación y la existencia de nieve a lo largo de prácticamente ocho meses al año, no facilitan el crecimiento de especies leñosas. En este piso crecen los borreguiles, también conocidos como pastizales de montaña o como pastizales nevadenses de alta montaña. Esta vegetación, que también se encuentra en la parte más elevada del piso oromediterráneo, posee algunas características similares a la tundra ártica, con alto nivel de endemismo y con el cervuno como flora representativa.