Kósovo: Geografía física
Kósovo es un país, eminentemente, montañoso. En realidad se trata de una depresión rodeada de montañas que le sirven del fronteras. Al oeste encontramos los montes Prokletije, que son parte del conjunto de los Alpes Dináricos. Aquí encontramos la cumbre más alta del país, el pico Deravica, con 2.565 metros de altitud. También encontramos el cañón de Rugova, que tiene 25 kilómetros de longitud.
Hacia el norte encontramos los montes Kopaonik, que separan Kósovo de Serbia. Al sur se levantan los montes Sar. Dentro de Kósovo encontramos, además, los montes Zegovac, el Goljak, Drenica y los montes Crnoljeva, que separan las dos mestas fundamentales del país Metohija y Kósovo, propiamente dicha, un tanto más elevada. Metohija y Kósovo son las dos grandes regiones del país.
Todo el país se levanta sobre un enorme macizo calizo, por lo que las formas de relieve cársticas son las dominantes en el país. Sobresalen los grandes poljés, que organizan la región, a pesar de su carácter cerrado. Se trata de depresiones de fondo más o menos plano enmarcadas por paredes calizas verticales.
Kósovo drena, fundamentalmente, hacia el Adriático, aunque también hay ríos que corren hacia el Danubio y el mar Negro. Los principales ríos que cruzan el país son el Drin Blanco, que recorre la región de Metohija, y el Sitnica, que drena el norte hasta su confluencia con el río Ibar afluente del Danubio. También es afluente del Danubio el río Morava del Sur, que drena el este del país.
Los lagos principales son el Gazivoda, sobre el río Ibar, el Radonjich, el Batlava y el Badovac. Se trata de lagos pequeños de origen cárstico, ya que ocupan las depresiones cerradas que se forman en la caliza.
El clima de Kósovo es de tipo continental húmedo, aunque con tendencia al clima mediterráneo. Los principales centros de acción son el frente polar, que trae masas de aire polar marítimo, especialmente humedecidas en el Mediterráneo, el anticiclón de las Azores, que deja sentir su influencia en verano, y el anticiclón siberiano que llega durante el invierno, combinado con los anticiclones térmicos del centro del continente. Así pues, los veranos son calurosos, con temperaturas medias superiores a los 30 ºC, y los inviernos fríos, con temperaturas medias en torno a -10 ºC. Las precipitaciones son moderadas, en torno a los 650 mm anuales, que en invierno suelen ser en forma de nieve.
En cuanto a la vegetación domina el bosque mixto con robles, hayas y coníferas. Se trata del bosque mixto balcánico, de transición hacia formas de bosque mediterráneo.