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Italia: relieve

Publicado por Santiago

Commons Wikimedia: Monte CervinoEn Italia podemos distinguir cuatro grandes unidades de relieve: los Alpes, la llanura Padana, los Apeninos y las islas volcánicas. En realidad la península itálica se organiza en torno al sistema de los Apeninos, que queda al sur de la gran cordillera de los Alpes. Entre ambas unidades se encuentra una amplia llanura de sedimentación sobre la que discurre el río Po. Cerdeña es un enclave de los Alpes que surge en el Mediterráneo, junto con Córcega, y las islas del Mediterráneo, desde Sicilia a otras menores, son estructuras volcánicas de reciente surgimiento.

Los Alpes desarrollan en Italia todo su sector sur. Abarcan más de 233.000 km², con casi 1.300 km de largo y entre 120 y 225 km de ancho. Se trata de una cadena, paradigma del relieve alpino, en la que encontramos mantos de corrimiento sucesivos, organizados en escamas, y cumbres de crestas vivas. En el sector axial, donde aparecen los materiales más duros, se encuentran las montañas más altas. A medida que nos desplazamos hacia el exterior aparecen los materiales calizos y los pliegues directos de tipo jurásico. Podemos distinguir tres unidades dentro de los Alpes: los Alpes Piamonteses, los Alpes Lombardos y los Alpes Vénetos.

Los Alpes Piamonteses, u Occidentales, comienzan en el golfo de Génova, y van desde el paso de Cadibona hasta el Simplón. Dominan las regiones de Liguria, Valle de Aosta y el Piamonte. Se muestran como un gran murallón que ascienden rápidamente desde la llanura Padana hasta los 3.000 metros, donde hacen frontera con Francia. Aquí se encuentran el monte Rosa (4.634 m), el más alto de Italia, y el monte Cervino (4.478 m), con una de las principales escaladas alpinas. Están en el entorno del Mont Blanc, que cae del lado francés.

Los Alpes Lombardos van desde el Simplón hasta el paso de Resia. Son los Alpes centrales. En su mayor parte hacen frontera con Suiza. Se caracterizan por que sus estructuras de relieve se disponen en bandas longitudinales, donde las condiciones climáticas se diferencian mucho de su entorno.

Los Alpes Vénetos van desde el paso de Resia hasta la frontera con Austria. Es el sector oriental de los Alpes. Mantienen las características estructurales de los Alpes Lombardos, pero son mucho más anchos y las alturas menores. Aquí se encuentra la cordillera de las Dolomitas, que ascienden a más de 3.000 metros (Marmolada, 3.342 msnm), y los Alpes Cárnicos, de hasta 2.700 metros de altitud. La gran característica diferenciadora de este sector es el gran desarrollo del relieve kárstico.

Al pie de los Alpes se desarrolla la llanura del Po, o Padana. Es un llanura de casi 400 km de largo y presenta un frente de 275 km en el Adriático. Se trata de una gran fosa tectónica que albergó un golfo del Adriático, pero que se ha ido rellenando con los sedimentos procedentes de los ríos alpinos y de los Apeninos, sobre la que se desarrolló, una vez colmatada, el río Po. La mayor parte de la sedimentación se produjo durante el cuaternario, y especialmente tras el deshielo de la última glaciación. Se trata, pues, de una llanura arcillosa ligeramente ondulada en la parte más próxima a las montañas y más llana cuanto más nos acercamos al mar. Los sectores más próximos a las montañas presentan materiales más gruesos, cimentados por el «ferreto» una matriz arcillosa. A este tipo de depósito en español se lo llama raña. Tras la zona de rañas aparece un sector de terrazas altas, y tras ellas la llanura de inundación, extraordinariamente plana. La fachada litoral es baja y pantanosa. Está formada por una serie de cordones litorales llamados lidos.

Los Apeninos son la espina dorsal de la península itálica. Tiene unos 1.500 km de largo y una anchura variable de entre 30 y 150 km. Se trata de una cordillera alpina, pero con una menor incidencia de los mantos de corrimiento. Predominan los pliegues calizos. La zona sur se encuentra muy cerca de un límite de placa, por lo que son frecuentes los terremotos y los fenómenos volcánicos. Podemos distinguir tres sectores: los Apeninos septentrionales, los centrales y los meridionales. Son más bajos que los Alpes. La mayor altitud se alcanza en el monte Cimone (2.163 m).

Los Apeninos septentrionales van desde el paso de Cadibona hasta la Bocca Serriola. Predominan las rocas arenosas y arcillosas, y los pliegues directos de tipo jurásico. Los Apeninos centrales. o Abruzos, van desde la Bocca Serriola hasta el paso de Tionero. Aquí predominan las calizas, y los pliegues suelen estar fracturados, por lo que aparecen estructuras de horst y graven. Los Apeninos meridionales van desde el paso de Tionero hasta su encuentro con el mar Jónico. Se dividen en tres cadenas, los Apeninos Napolitanos, Lucano y Calabrés. El conjunto, y la península se cierra con los macizos de Sila y Aspromonte, de origen herciniano.

En torno a esta parte axial de los Apeninos aparecen los Antiapeninos, cadenas montañosas que dan paso al sector axial, y rodeándolas a todas las llanuras litorales, más o menos desarrolladas, que ponen en contacto estas estructuras con los mares del Mediterráneo.

Muy cerca de las costas del sur de Italia pasa el límite de placa entre las placas Euroasiática y Africana. Se trata de una zona de subducción en la que la placa Africana empuja sobre la euroasiática, origen de las estructuras alpinas. Aquí se dan frecuentes terremotos y sobre ella se desarrollan grandes volcanes como el Etna, que forma la isla de Sicilia, el Pantelleria, el Lipari, el Stromboli o el Vulcano. Casi todas las pequeñas islas del sur de Italia son volcanes más o menos desarrollados.

Además de estas grandes unidades de relieve, Italia cuenta con una serie de regiones menores que también tienen su importancia. Entre ellas destacan los montes Euganeos, en la región del Véneto, que son una serie de colinas volcánicas de origen terciario, y los montes Sabatinos, cerca de Roma, que son una serie de colinas volcánicas de origen cuaternario. También son destacables las colinas de Toscana, una serie de suaves elevaciones que se extienden por toda la región y que son famosas por sus paisajes y sus vinos.

Por otro lado, en la región de Lombardía se encuentra la llanura de Lombardía, una extensa llanura que se extiende desde el río Po hasta los Alpes y que es una de las regiones más fértiles y pobladas de Italia. En esta llanura se encuentran algunas de las ciudades más importantes de Italia, como Milán y Bérgamo.

En la región de Campania se encuentra el monte Vesubio, uno de los volcanes más famosos del mundo. Este volcán, que está situado cerca de la ciudad de Nápoles, es famoso por haber destruido las ciudades de Pompeya y Herculano en el año 79 d.C. A pesar de su peligrosidad, el Vesubio es un importante atractivo turístico y un símbolo de la región.

Finalmente, en la región de Sicilia se encuentra el monte Etna, el volcán más grande y activo de Europa. Este volcán, que se eleva a más de 3.300 metros sobre el nivel del mar, es uno de los principales atractivos turísticos de Sicilia y es famoso por sus frecuentes erupciones.

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