Hidrografía e Hidrología
Del estudio y descripción de cualquier masa de agua de la Tierra se ocupa la Hidrografía. Esta ciencia recopila, analiza y presenta los datos relativos al fondo del océano, las costas, las mareas y las corrientes. La Hidrología, además, se ocupa del agua de la atmósfera, las precipitaciones, la humedad del suelo, la evaporación, y en general del estudio de funcionamiento del agua (como tal) en el planeta.
Conocer cómo funcionan las aguas sobre la superficie de la Tierra es esencial para explicar el relieve. El agua es el principal agente que retoca las grandes estructuras del relieve y les da su forma definitiva. Por supuesto la acción de las aguas dependen de su abundancia y su frecuencia, tanto más intensa cuanto más frecuentes sean, pero también de la naturaleza de las rocas. Las rocas sedimentarias, sobre todo si no están aún consolidadas, son muy sensibles a los aportes de agua. Ésta las arrastra con facilidad modificando la disposición original del relieve. Pero también, ciertas, las rocas metamórficas, como el granito, son muy sensibles a la acción de las aguas. En ambientes muy húmedos se descomponen con bastante facilidad.
Las grandes masas de aguas sobre el planeta son los mares y océanos. Tradicionalmente se distinguen cinco océanos: el Atlántico, el Pacífico, el Índico, el Glaciar Ártico y el Glaciar Antártico. Los mares son regiones más o menos cerradas que individualizan parte de las grandes masas de agua, como: el mar Cantábrico, el Mediterráneo o el Negro.
Dentro de los grandes océanos se forman enormes corrientes marinas (u oceánicas). Tienen una forma más o menos circular, entre las latitudes bajas (ecuador) y las altas (polos). Las corrientes oceánicas que ascienden desde el ecuador llevan aguas cálidas, mientras que las que descienden desde los polos llevan aguas frías. Las principales corrientes oceánicas cálidas son: la corriente ecuatorial del Pacífico, la corriente ecuatorial del Índico, la corriente del Golfo (que va desde el golfo de México y llega a la península escandinava) y la corriente del Kuro-Shivo (en las inmediaciones del Japón). Las principales corrientes frías son: la corriente de Humboldt (en Chile), la corriente de la Malvinas (en Argentina), o la corriente de Canarias (en la costa occidental del norte de África).
Dentro de los continentes las regiones en las que se acumulan grandes cantidades de aguas se llaman lagos. En el mundo hay dos grandes regiones con grandes lagos: los grandes lagos de EE UU, y Canadá y los grandes lagos africanos. En el norte de los continentes americano y europeo se dan grandes regiones plagadas de muchos lagos. Estos tienen un origen glaciar. El mayor lago del mundo es el mar Caspio, que a pesar de su nombre se trata de un lago salado. Éste es un lago endorréico, es decir se encuentra en una región deprimida sin ninguna salida al mar.
Dentro de un continente, además de los lagos, encontramos aguas en circulación. Son los ríos. Un río es una corriente de agua que fluye por un cauce desde las tierras altas a las tierras bajas. Los ríos vierten sus aguas en el mar o en un lago. Cada río recoge las aguas de toda una región llamada cuenca hidrográfica. El río que termina desembocando en el mar o en el lago se llama río colector, mientras que un río que desemboca en otro río se llama afluente. El río colector y sus afluentes se organizan en redes. Dependiendo de la complejidad de la red hidrográfica podemos encontrar una jerarquía más o menos compleja.
Las redes hidrográficas se pueden clasificar por el aspecto de su estructura. Así tendremos estructuras:
Arborescente o dendrítica, con una disposición irregular,
Digitalizada, cuando los afluentes convergen hacia un mismo punto, y
Paralela, cuando las ramas están poco jerarquizadas.