Transporte por ferrocarril
El ferrocarril es un medio de transporte muy peculiar e importante en nuestro mundo actual. Fue el gran impulsor de la revolución industrial, por lo que su presencia está vinculada al desarrollo económico. Como medio de transporte es muy especial, ya que requiere la construcción de una vía exclusiva por la que sólo puede circular con eficacia un tipo de vehículo, el tren, que por otra parte sólo puede circular por ese tipo de vía.
Estas características de exclusividad tiene grandes ventajas, como que puede adaptarse muy eficazmente a las características del vehículo y la vía, mayor eficacia del consumo de energía o que se puede controlar el tráfico sin riesgo de congestión. Además, permite llegar a los centros de las ciudades con rapidez y eficacia, y la velocidad en la red depende de elementos técnicos. Pero tiene un hándicap importante y es que la circulación no es ubicua, y el número de puntos en los que es posible la carga y descarga es limitado.
El ferrocarril es un medio de transporte público de personas y mercancías, salvo excepciones en el transporte privado de mercancías. El número de personas, o la cantidad de mercancía que es capaz de desplazar es muy alto, sólo superado por los grandes barcos y aviones.
El vehículos es el tren, que tiene una locomotora y coches de viajeros, vagones, y unidades de tren.
Existen dos tipos de vías de ferrocarril, las electrificadas, que cuentan con una catenaria que proporciona la energía eléctrica con la que funcionan la mayoría de las locomotoras, y las no electrificadas, por las que circulan locomotoras con motor diésel (automotores). La mayor parte de las vías están electrificadas, pero no todas. Muchas de las líneas tienen doble sentido, es decir vía doble, salvo en los lugares de topografía difícil que sólo tienen una vía para los dos sentidos. Existen, también, vías por las que circulan trenes de levitación magnética, que tienen su propio sistema de impulso, pero no están muy difundidas.
Los puntos de acometida a la red son: las estaciones y los apeaderos para los viajeros, y los muelles de carga y descarga para las mercancías. Los apeaderos son lugares en los que el tren se detiene para que suban y bajen los viajeros, pero, a parte de una caseta para refugiarse y un andén, no tienen más servicios. Las estaciones de tren tienen muchos más servicios. El fundamental es la venta de billetes, varios andenes y la sala de espera, pero en función de lo grande que sea la población puede tener muchos más: consigna para equipajes, bar, seguridad, puntos de venta privados, etc. Las estaciones más importantes tiene sistemas de control del tráfico.
La red de ferrocarril no está muy jerarquizada. En la actualidad hay tres redes de ferrocarril, las urbanas (metro y tranvía), las convencionales y las de alta velocidad. No obstante, en países con una red tupida pueden diferenciarse hasta tres tipos de vía: La red básica, que une las ciudades más importantes; la red complementaria tiene un carácter subsidiario, y une el resto de las ciudades mayores, y la red secundaria, que tiene como función unir por el exterior la red básica y se usa casi en exclusiva para el transporte de mercancías. En estas redes se encuentran señales específicas para el tráfico ferroviario.
Las redes de ferrocarril se pueden cruzar con otras redes en los denominados pasos a nivel. Dependiendo del tráfico estos pasos a nivel pueden tener barreras que se bajan cuando pasa un tren, o simples señales visuales. No obstante, se tiende a suprimir estos paso a nivel construyendo pasos elevados o subterráneos.
En el mundo existen más de diez anchos de vía diferentes. El ancho de vía internacional es de 1.435 mm, y es sobre el que se está construyendo la red de alta velocidad. Otros anchos de vía son:
* 762 mm – Usado en Austria, Bosnia Herzegovina, Eslovaquia, India, Polonia, República Checa, Rumanía, y Sri Lanka.
* 914 mm – Usado en Canadá, Colombia, EE. UU., El Salvador, Guatemala, y Perú.
* 1.000 mm – Usado en el este de África, Alemania, Argentina, sudeste de Asia, Bangladesh, Birmania, Bolivia, Brasil, Chile, España, Grecia, India, Irak, Pakistán, Portugal, Suiza y Vietnam
* 1.067 mm – Usado en Australia, Ecuador, Ghana, Indonesia, Japón, Nigeria, Nueva Zelanda, Sudáfrica, Sudán y Terranova.
* 1.435 mm (ancho de vía normal o ancho internacional) – Usado en el norte de África, Alaska, Argentina, Australia, Canadá, Chile (Metro de Santiago) China, Corea del Norte, Corea del Sur, EE. UU., en gran parte de Europa, Irán, Irak, Israel, Japón (Shinkansen), México, Paraguay, Perú, Uruguay y Venezuela.
* 1.520 mm – Usado en Mongolia, Rusia y en todos los países que formaban parte de la antigua Unión Soviética.
* 1.524 mm – Usado en Finlandia y en Panamá (antes de 2000, ahora 1.435 mm)
* 1.600 mm – Usado en Australia, Brasil y Irlanda.
* 1.668 mm (ancho ibérico) – Usado en España y Portugal.
* 1.676 mm – Usado en Argentina, Bangladesh, Chile, India, Pakistán, y Sri Lanka.
Mayor jerarquía se nota en la red de estaciones, cuya importancia depende del número y tipo de trenes que en ella se detengan. Los trenes de cercanías y regionales se detienen en todas las estaciones y apeaderos, mientras que los trenes de larga distancia y regionales se detienen sólo en las estaciones principales.
La red de alta velocidad es de nueva construcción, y sólo se está extendiendo en los países desarrollados.
Existen otros tipos de ferrocarriles, pero no crean redes, si no que unen dos puntos determinados. Los más importantes son:
* Funicular: un tren movido por cable que, normalmente, une puntos de grandes pendientes.
* Trenes de cremallera: un tren movido por un sistema de cremallera dispuesto en el suelo. Normalmente une lugares de fuertes pendientes.
* Atmosférico: un tren que emplea como motor el aire comprimido en el interior de un tubo.
* Neumático: un tipo de ferrocarril atmosférico en el que todo el vehículo es empujado por aire comprimido, como si fuera un émbolo.