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Volcán de lodo

Publicado por Pablo Guerrero

Se llama volcán de lodo al paisaje con un cono volcánico extenso pero de escasa altura y con un cráter. En general, su origen no es el habitual de las formaciones volcánicas, aunque hay excepciones como la que se encuentra en Wyoming (Estados Unidos), sino que se relaciona con las emanaciones de gas de los depósitos de petróleo.

Este tipo de volcanes es frecuente en casi todos los países con yacimientos petroleros, como Venezuela y Colombia; en algunos del sur europeo, como Italia y Rumania , y en algunos del sureste asiático. Alrededor del Mar Caspio se puede encontrar la mayor cantidad de volcanes de lodo, ya que de los 700 dispersos alrededor del mundo, en esta región se hallan aproximadamente unos 300. También se los llama salsas o macalubas.

Los gases que estos volcanes emanan provienen de los yacimientos petroleros, generalmente depósitos de poca profundidad que contienen una arcilla hidratada que forma lagunas donde se puede observar el burbujeo propio de los gases. Estos gases están compuestos por metano, anhídrido carbónico y otros tipos de hidrocarburos en forma de gases y, en menor cantidad, de gases sulfurosos. La arcilla también está compuesta por hidrocarburos en estado sólido y por sales. La variada composición de las emanaciones diferencia los tipos de volcán de fango: si en su emanación abundan los hidrocarburos líquidos y sólidos y escasea la arcilla, se generan lagos de asfalto. Un ejemplo es el del lago de Guanoco, Venezuela, que se caracteriza por ser el yacimiento más importante de asfalto natural en la Tierra; o el de La Brea, en Trinidad, el segundo en la escala de importancia mundial. Es frecuente encontrar una gran cantidad de gases relacionados con las erupciones volcánicas de lodo, como el helio, metano, anhídrido carbónico, etcétera; y si entre estos gases prevalecen los combustibles del tipo del gasóleo, pueden generar llamas al entrar en combustión el gas con el aire, o inclusive, incendios y explosiones, semejante a lo que sucede con los fuegos fatuos. La presión que soportan estos gases es extrema y convierte la zona en altamente inflamable (similar a la combustión espontánea de los combustibles diésel), hasta el punto en que la combustión puede producirse una vez deshidratado el lodo al contacto con la superficie. Esta combustión puede, incluso, sellar la salida de gas aumentando así la presión. Este proceso suele terminar en una erupción que, aunque más leve que las volcánicas, no por ello menos riesgosa.

Formaciones de volcán de lodo se han generado en las explotaciones petroleras, como sucedió en 2006 en la isla de Java. En este caso, durante una campaña se inyectó agua y gas, produciendo una presión tal que concluyó con la emanación de cantidades de lodo, como se describe en la versión en inglés de la revista National Geographic de enero de 2008, que relata lo sucedido en esta exploración. Esta erupción provocó la evacuación de alrededor de 10000 familias de las 12 aldeas que el lodo alcanzó.